1. Parque Natural de Redes (Asturias)
El parque Natural de Redes, en el concejo de Caso (Asturias) posee algunos de los bosques mejor conservados de la cordillera. Además, cuanta con tal variedad de excursiones a realizar que nos permitirían estar varios días disfrutando de este maravilloso enclave vestido de colores en otoño. Algunas excursiones recomendables son: la vega de Brañagallones, la ruta del Alba o el desfiladero de los Arrudos.
2. Parque Natural de Ponga (Asturias)
El Parque Natural de Ponga conserva la naturaleza más auténtica. Debido a su especial orografía de valles fluviales abruptos y desfiladeros angostos, se ha visto relegado a un segundo plano a la hora de realizar grandes infraestructuras, que si bien traen numerosas ventajas, en muchas ocasiones son poco sostenibles con la naturaleza. Esto ha permitido conservar bosques con robles y castaños monumentales, cascadas en parajes de ensueño y pueblos de montaña con encanto. Una visita obligada en otoño es el Bosque de Peloño, un gran hayedo donde la paz y la tranquilidad están aseguradas; y la ruta del valle de Ponga, entorno a San Juan de Beleño.
3. Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga (León)
Ubicada en la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica, la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, sorprende por sus cumbres, sus paisajes y sus biodiversidad. Uno de los mayores atractivos de este enclave natural desconocido son: el hayedo de Ciñera y el hayedo de la Boyariza.
4. Valle de Sajambre (León)
En el valle de Sajambre la naturaleza muestra su mejor cara en otoño. Sus extensos bosques de hayas acompañados de vetustos ejemplares de robles y abedules, lo convierten en la estampa perfecta cuando los colores otoñales empiezas a hacer acto de presencia. La rutas por el valle se multiplican, pero os recomendamos la Ruta de los Pueblos de Sajambre, la archiconocida Senda del Arcediano y el bosque encantado de Vegabaño. Además si os apetece ver todo el valle, nada mejor que ascender hasta el Mirador La Pica Ten. ¡No os defraudará! ¡Es todo un espectáculo!
5. Las Médulas (León)
El enclave de Las Médulas fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, en el año 1997. Y es que su singular belleza no deja indiferente a nadie. Pero si todo el año el éxito de la visita está asegurada, en otoño el paraje natural es sublime. Sin lugar a dudas, un lugar imprescindible para ir en otoño. Son varias las rutas de senderismo balizadas dentro del enclave, destacando: La Senda de las Valiñas y el Mirador de Orellán.
Las sierras de Urbasa y Andía están formadas por rocas calizas que dan lugar a un paisaje kárstico, pero en época otoñal lo que más llama la atención son sus frondosos bosques de hayas que se pueden contemplar desde cualquier parte del parque natural. Aquí nos esperan ermitas, cuevas, surgencias, barrancos, cumbres asombrosas…. y sobre todo, hayedos. No os perdáis el Nacimiento del Urederra y la Senda de los Montañeros por el Hayedo Encantado.
Los hayedo-abetales más grandes y mejor conservados de España, se encuentran en Irati. La indiscutible belleza de este enclave natural lo convierten en el destino preferido por miles de senderistas en otoño. Sus bosques se visten de múltiples colores y a cada paso hay un rincón con una gran riqueza paisajística en el que los protagonistas son musgos, helechos, abetos, robles y las majestuosas hayas. Desde Casas de Irati parten varias rutas de senderismo sencillas por la Selva de Irati que podemos hacer en familia. Sin olvidar el bonito recorrido circular en torno al Embalse de Irabia, o el cercano Valle de Salazar.
8. Parque Natural Sierra Cebollera ( La Rioja)
En el Valle del río Iregua tenemos amplios bosques de pinos silvestres, hayas y robles rebollos, además de numerosos arroyos de montaña que en otoño descienden cargados de agua formando preciosas cascadas y torrentes. Para ver este fenómeno otoñal, podemos acercarnos a Sierra Cebollera, un entorno natural con varias rutas señalizadas entre las que destacan las cascadas de Puente Ra y el Sendero del Achichuelo.
Estos valles navarros forman un conjunto armonioso de espesos bosques de hayedo-abetal y amplios prados de montaña. Se trata de un enclave natural de especial belleza y al que se puede ir en cualquier época del año y nunca dejará de sorprendernos, pero que en otoño tiene un encanto especial. Solo hace falta dar un paseo por Maya de Haya, el Santuario de la Virgen de Idoia, el camino de Zemeto o la cascada de Belabarce para darse cuenta de que nos encontramos en un entorno privilegiado lleno de posibilidades para disfrutar de la naturaleza más auténtica.
10. Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es seguramente uno de los enclaves más bonitos y visitados dentro del territorio español. Su especial orografía, sus cascadas y saltos de agua, unido a la belleza de sus cumbres montañosas lo hacen uno de los destinos turísticos de naturaleza más demandados. En otoño cabe resaltar la armonía y belleza del Valle de Ordesa y del valle de Pineta con sus múltiples y particulares cascadas y saltos de agua.
11. Bosque de La Honfría (Salamanca)
Dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, se encuentra la Sierra de las Quilamas, que alberga uno de los bosques más bonitos de Castilla y León, el bosque de La Honfría. Un paraíso de castaños centenarios, robles, acebos y avellanos en el que los paisajes de ensueño están asegurados.
12. Castañar de El Tiemblo (Ávila)
Ubicado en el valle de Iruelas, el Castañar de El Tiemblo es uno de los bosques más emblemáticos del Sistema Central. Aquí hay un bosque mixto de robles melojo y castaños, entre los que destaca El Abuelo, un monumental castaño con más de 500 años de antigüedad. El acceso al castañar está regulado, si no llegáis a tiempo para hacer esta ruta, también se pueden hacer otros recorridos menos frecuentados, pero igual de bonitos, como el que permite llegar hasta el Pozo de Nieve.
13. Tejeda de Tosande (Palencia)
Situado al norte de la provincia de Palencia, dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, es uno de los bosques de tejos mejor conservados del territorio español. Para llegar hasta la Tejera de Tosande previamente hay que cruzar otra extensa arboleda de encinas, hayas y robles que hacen a esta ruta una de las bonitas y con más alicientes para hacer en otoño.
14. Hayedo de la Tejera Negra (Guadalajara)
La Tejera Negra es uno de los hayedos más meridionales de Europa y está declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Integrado dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, cuenta con varios senderos para disfrutar de este paraíso de colores otoñales. Aunque el más frecuentado y concurrido por su belleza es la Senda de Carretas.
15. Castañar de Hervás (Cáceres)
El valle de Ambroz se viste de gala cada otoño. Las hojas de tonalidades ocres y anaranjadas, y los frutos de los castaños lo cubren todo. Son varias las rutas balizadas que se pueden hacer en este bonito enclave extremeño. Os recomendamos el Castañar de Hervás, la cascada de La Chorrera, y si no os apetece caminar, la ruta cicloturística de Vía Verde de la Plata.
Muchas gracias por compartir tus maravillosos viajes.
Muchas gracias a ti por seguirnos
Preciosos estos bosques para disfrutar de la época otoñal. Una de las razones por las que me encanta el norte es por la gran cantidad de paisajes así que tienen. COn muchas ganas de seguir conociendo esta faceta de España.
Sin duda, las mejores excursiones que se pueden hacer en otoño, son los bosques, y España tiene bastantes para elegir. Gracias por tu comentario.