¿Playa o montaña? Cada año los padres seleccionamos las vacaciones y escapas en función de estas preferencias. Pero hay un lugar en España en el que no es necesario elegir. Cantabria es el lugar perfecto para disfrutar de grandes espacios naturales y preciosas playas de arenas finas y doradas.
Nos espera un viaje lleno de experiencias que invitan a olvidarse de todo. El mayor aliciente es el contacto con la naturaleza. Aquí encontraremos un paisaje accidentado, tupidos y extensos bosques, cuevas prehistóricas, ermitas y pinturas rupestres, colegiatas románicas… Sin olvidar las numerosas opciones de ocio: balnearios de aguas mineromedicinales, deportes de nieve y aventura, una rica y abundante gastronomía, así como bahías, arenales y playas de gran belleza.
Es difícil elegir cuales son los mejores planes que se pueden hacer con niños en Cantabria, pero hemos seleccionado algunos de los que nosotros hemos realizado y nos han gustado, aunque hay muchos más.
Qué ver en Cantabria
Santander
Santander es una ciudad elegante, llena de vida y buen ambiente. Callejear por sus calles y su casco histórico es un lujo, todos los caminos os llevarán al protagonista indiscutible de la urbe: el mar.
La capital de Cantabria es urbana, señorial y cosmopolita, pero a su vez, conserva una gran belleza natural. Pasear por el Sardinero o la Magdalena confirman el valor natural que atesora esta ciudad. Las playas del Sardinero son de las más frecuentadas en época estival y punto de encuentro de los santanderinos. Mientras que la Península de La Magdalena fue un espacio natural cedido por la ciudad de Santander al rey Alfonso XIII para sus periodos vacacionales en el Palacio de La Magdalena, pero en la actualidad, es un gran parque público en el que los niños podrán jugar y correr a su antojo. Igualmente, podrán visitar un pequeño zoo gratuito en el que hay pingüinos, focas, leones marinos… o recorrer la península en un pequeño tren.
La visita a Santander no estará completa si no nos acercamos a los Jardines de Pereda, en cuyas inmediaciones se encuentra, el Centro de Arte Botín y la Catedral de Santander. De aquí, también parten los cruceros turísticos que recorren la Bahía de Santander y que será uno de los planes más divertidos para los pequeños de la casa.
| ¿Sabías que Santander sufrió un gran incendio en 1941? Puedes conocer todos los detalles de este trágico suceso y recorrer los puntos más relevantes del Casco Histórico y ver como se recuperó la ciudad con el tour guiado del incendio con una duración de 2 h. |
San Vicente de la Barquera
Esta villa marinera cuenta con el Parque Natural de Oyambres y el Espacio Natural Protegido de Saja Nansa en los que podréis disfrutar de playas, dunas, acantilados y de la senda fluvial del Nansa. Asimismo, se encuentra rodeada de preciosas y amplias playas entre las que destacan el arenal de Sable de Merón, ideal para los amantes del surf, y la playa semi-urbana del Tostadero con arena dorada y fina para los niños.
Pasear por las calles de San Vicente de la Barquera es sorprenderse a cada paso. La preciosa ría que preside el pueblo, muestra su mejor cara al atardecer cuando las barquitas de colores contrastan con el ocaso del sol. Sin olvidar, los majestuosos Picos de Europa que se hacen presentes desde la parte más elevada del casco antiguo con sus cumbres nevadas.
Entre los monumentos más destacados se encuentran la iglesia de Santa María de los Ángeles, desde donde tendremos unas panorámicas preciosas. Y el pequeño, pero acogedor castillo de San Vicente de la Barquera.
Para no perderos nada de este precioso enclave que mira al mar Cantábrico, podéis reservar una visita guiada por San Vicente de la Barquera.
Comillas y el Capricho de Gaudí
La villa de Comillas es conjunto histórico – artístico y tiene un gran patrimonio cultural. Destacando a nivel arquitectónico el Palacio de Sobrellano, la Capilla – Panteón y la Universidad Pontificia. Y por supuesto, la maravillosa obra de El Capricho o Casa de los Girasoles del arquitecto Gaudí, que es visita imprescindible si nos acercamos a la villa.
Callejeando por sus calles descubriremos la pintoresca fuente de Los Tres Caños, la concurrida Plaza del Corro, el sorprendente cementerio, declarado Bien de Interés Cultural, y por supuesto, la espléndida playa de Comillas. Sin olvidar, el Puerto, donde podremos degustar la rica gastronomía cántabra.
| Curiosidad: El Cementerio de Comillas fue previamente una iglesia que abandonaron los habitantes de la villa como protesta por los privilegios en las asignación de asientos preferentes. Actualmente es un camposanto y es reclamo turístico por su fachada, los mausoleos y la imagen del Ángel Exterminador. No te pierdas ningún detalle de la riqueza patrimonial y arquitectónica de Comillas haciendo una excursión de medio día. |
Secuoyas del Monte Cabezón
Cerca de Comillas se ubica un gran bosque de gigantes, se trata de las Secuoyas de Monte Cabezón. Este Monumento Natural alberga una importante población de árboles perennes con troncos tubulares que pueden alcanzar entre 40 y 100 m de altura. Una excursión sencilla que se puede realizar con toda la familia y que permite adentrarse en el bosque por un sendero accesible para personas con movilidad reducida. Es sin duda, una visita imprescindible que gustará tanto a los pequeños trotamundos como a los mayores.
Santillana del Mar y el Museo de Altamira
Santillana del Mar tiene el privilegio de ser Uno de los Pueblos más Bonitos de España. Sus calles empedradas y su rica y cuidada arquitectura medieval la convierten en un referente turístico. Vagando por la villa disfrutaremos de la fascinante Plaza Mayor de Ramón y Pelayo, la magnífica Colegiata de Santa Juliana y su claustro, así como, numerosos museos con detalles fascinantes. No podremos evitar entrar en las numerosas tiendas artesanales o degustar una rica merienda compuesta por leche, sobaos, quesada o bizcocho, que tanto gustará a los pequeños.
La mejor forma de ver esta bonita localidad es con un Free Tour o con un Tour por Santillana del Mar con entradas, que al final compensa, porque no olvidéis que en el Free Tour, al final hay que dar una propina.
Fuera del casco histórico tenemos la archiconocida Cueva de Altamira. Si queremos ver una réplica, tenemos que acercamos al Museo de Altamira, porque la original es prácticamente imposible visitarla. También merece la pena ir a la pequeña playa de Santa Justa que llama la atención porque tiene enclavada en su acantilado la Ermita de Ubiarco.
Aunque Santillana del Mar es conocida por ser la villa de las tres mentiras, porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Sí que os podemos asegurar que es muy, pero que muy bonita.
Pechón
Uno de los rincones que más nos gusta de Cantabria, es Pechón. Esta pequeña localidad sorprende por la pintoresca orografía que presenta. Tiene una preciosa bahía con un paisaje costero excepcional. Entre la Punta de Pechón y las Lastras de Pechón podemos disfrutar de una naturaleza viva y cambiante, y de unas playas fantásticas como la de Arama y el espectacular arenal de Amió. Un destino, sin lugar a dudas, ideal para unas vacaciones familiares.
Laredo
La villa pesquera de Laredo es ideal para una escapada de fin de semana. Pasear por las calles empedradas de Puebla Vieja o subir al Fuerte del Ladrillar, es internarse en la Historia. Sin olvidar sus espectaculares arenales como la playa de La Salvé, el Puntal, el Regatón o la de San Julián.
Santoña
Otra villa costera y pesquera, famosa además por sus anchoas, es Santoña. Ubicada junto a la localidad de Laredo, goza también de espléndidas playas y entornos naturales de gran belleza. Entre todos, destaca el Faro del Caballo, una linterna que mira hacia el mar Cantábrico sin inmutarse por el paso del tiempo.
La Costa Quebrada y Parque Natural de las Dunas Liencres
Cerca de la capital de Cantabria, Santander, se ubica un espectacular espacio natural: La Costa Quebrada. Un recorrido por el litoral cantábrico con acantilados, arcos, cuevas y arrecifes que nos permitirá disfrutar de calas y playas de ensueño.
Sorprenden gratamente, la playa de los Covachos, declarada una de las más bonitas de Cantabria; los Urros de Liencres por su rasa intermareal y los islotes que se alzan imponentes sobre el mar Cantábrico y la playa de Somocuevas. Pero todo el parque geológico, ubicado entre Santander y Cuchía, es de una gran belleza.
Cueva El Soplao
La Cueva El Soplao es una de las maravillas que nos ofrece la naturaleza. Considerada una auténtica obra de arte, algunos se refieren a esta oquedad como la Capilla Sixtina del mundo subterráneo. Nosotros hemos estado en ambos emplazamientos y los dos nos parecen maravillosos, y por supuesto, merecen una visita.
La Cueva El Soplao es una visita ideal para ir en familia. Se accede al interior en un pequeño tren —lo que entusiasma a los niños—, para comenzar una visita muy interesante por las entrañas de la tierra. El recorrido discurre por galerías adaptadas para personas con movilidad reducida y nos permite descubrir numerosas y maravillosas formaciones rocosas moldeadas durante miles y miles de años.
Valles Pasiegos
Los verdes y agradables valles de los ríos Pas, Miera y Pisueña configuran los Valles Pasiegos. Un paisaje en el que sorprenden las cabañas pasiegas ubicadas en grandes y cuidados pastizales que se van difuminando por las laderas y cumbres montañosas. Un entorno natural que invita al descanso y a disfrutar de la naturaleza sin prisas.
La mejor forma de conocer la esencia de los valles es haciendo una ruta cicloturística por la Vía Verde del Pas. 34 km por el antiguo trazado del ferrocarril que unía las localidades santanderinas de Astillero y Ontaneda, en el que, disfrutaremos de prados verdes y bosques caducifolios. Tras el esfuerzo realizado podemos relajarnos en los balnearios de Puente Viesgo o Liérganes.
Y si os quedan ganas de más, son numerosas las sendas senderistas que hay en la zona, y todas preciosas, en la que el agua es la protagonista. Una de ellas, es la ruta por la Riberas del Yera y del Aján. Una sucesión de cascadas, saltos de agua, túneles con mucha historia y preciosos puentes de piedra os esperan.
| ¿Con ganas de aventura? Disfruta de la Vega del río Pas de una forma diferente. Atrévete con un descenso de barrancos por el Yera o el Aján. |
Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Cabárceno es uno de los mejores planes con niños que os podéis plantear en Cantabria. Se trata de una explotación minera reconvertida a parque de la naturaleza en la que se pueden ver y descubrir animales salvajes en semilibertad. A tan solo 15 km de Santander, este enclave natural cuenta con instalaciones cómodas y accesibles para recorrerlas en coche y así poder observar en su hábitat natural numerosas especies animales, la mayoría en peligro de extinción. —Podéis adquirir la entrada aquí—.
Fuente Dé y Picos de Europa
Picos de Europa es otro de los grandes atractivos que podemos encontrar en Cantabria. La telecabina de Fuente Dé nos sitúa en el corazón del Parque Natural. Solo con asomarnos al mirador y apreciar las magníficas vistas será recompensa suficiente por tener que abonar el trayecto, pero además podemos realizar rutas de senderismo muy bonitas partiendo de este punto. Asomarse al Collado de Horcados Rojos, pasando por las espectaculares Lagunas de Lloroza, es toda una experiencia. O si se prefiere un sendero menos montañoso, se puede descender por los Puertos de Áliva, dando un agradable paseo por pastos de montaña, pero siempre rodeados de bellas montañas. Para los que tengan fobia a las alturas y no se atrevan con la telecabina, pueden disfrutar de otras rutas senderistas como el Canal de Arredondas. Un sendero sencillo, pero muy agradable con las imponentes cumbres de Picos de Europa como compañeras de viaje.
Potes y el desfiladero de la Hermida
El desfiladero de la Hermida es uno de los enclaves naturales más sorprendentes que se pueden ver dentro de la península. 21 km de escarpado desfiladero e inhiestas paredes que apenas dejan espacio para una carretera estrecha que transcurre junto al río Deva.
Al final de la angosta carretera se encuentra Potes con sus hermosos puentes y altivas torres. Un pintoresco pueblo de montaña que conserva la esencia de las cosas sencillas y que ofrece al visitante una rica y contundente gastronomía como son el cocido lebaniego, los platos de caza mayor, los pescados de río como salmones o truchas y los agradables postres y orujos. Todo un lujo para el paladar y los sentidos.
Si continuamos ascendiendo hacia Fuente Dé, podremos dar un agradable paseo por el Hayedo de las Ilces, todo un referente en periodos otoñales.
Mirador Collado de Llesba y ascensión al Coriscao
En el municipio fronterizo de Camaleño que marca los límites entre León y Cantabria, se encuentra el mirador de Llesba. Una impresionante atalaya con vistas a los Picos de Europa y la Montaña Palentina. Subir hasta el Collado de Llesba y ver el monumento del Oso con las maravillosas panorámicas del sistema montañoso que lo rodea, ya habrá merecido la pena. Pero, si os resistís a abandonar esta maravilla de la naturaleza, podéis hacer una ascensión sencilla al Coriscao.
Mapa con las ubicaciones de que ver y hacer en Cantabria
Dónde alojarse en Cantabria
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Cantabria Infinita
Como dice el lema turístico “Cantabria es Infinita” y ofrece numerosos rincones de especial belleza que no se pueden abarcar en su totalidad en un solo post. Sabemos que nos faltan muchos lugares por descubrir dentro de esta pequeña, pero completa comunidad autónoma.
Pero siempre hay que dejar algo por ver y tener una excusa para volver. La próxima vez visitaremos Castro Urdiales, Bárcena Mayor o el Nacimiento del río Ebro. ¿Nos ayudáis a completar la lista? ¿Cuáles son vuestros rincones favoritos? ¿Alguna sugerencia para nuestro siguiente viaje a Cantabria?
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Gracias por compartir estos planes y sitios para ver en Cantabria con niño. Me ha venido genial y sin duda me parece un viaje maravilloso