Uno de los fenómenos naturales más bonitos y sorprendentes que nos podemos encontrar en los espacios naturales son las cascadas. El sonido del agua al deslizarse en busca de un valle o el vapor de agua que forma una cortina de humo son características hipnotizadoras de los saltos de agua.
¿Quién en algún momento no se ha quedado durante minutos mirando como el torrente del cauce de un río o un arroyo fluía entre las rocas de forma milagrosa para luego desaparecer hacia la desembocadura de otros ríos o mares?
Hoy os proponemos 10 rutas de senderismo sencillas que tienen como objetivo 10 cascadas de Castilla y León con una hermosura especial y que son ideales para los periodos de fuertes lluvias y deshielos.
¿Planificando una escapada?
En nuestra guía de senderismo “Excursiones con niños por Castilla y León”, encontrarás 40 rutas por enclaves sorprendentes.
1. Pozo de los Humos
Es el salto de agua más conocido y representativo de Arribes del Duero salmantinos. Con unas dimensiones de unos 50 m de altura, el río Uces cae de forma vertical sobre una poza, dejando tras de sí, una estela de agua vaporizada que forma una cortina de agua simulando una nube de humo.
El Pozo de los Humos se puede ver desde las localidades de Pereña de la Ribera o desde Masueco. Si nos desplazamos a esta última localidad, podremos asomarnos al torrente de agua desde un puente suspendido sobre la cascada.
2. Cascada de Mazobre
A los pies del mítico pico del Espigüete nos encontramos la cascada de Mazobre. Un precioso salto que surge entre las formaciones rocosas del Parque Natural de la Montaña Palentina para continuar su camino por un valle rodeado de abruptas y verticales paredes.
El acceso a la cascada es sencillo, aunque se trata de una ruta de montaña con terreno irregular que finaliza en un mirador que permite contemplar la cascada en todo su esplendor.
3. Cascada de Lumajo
Esta cascada leonesa se ubica en uno de los rincones más desconocidos del Valle de Laciana. A pesar de carecer de infraestructura para ver la garganta y el salto de agua que crea el río Almuzarra en busca del río Sil, es un espacio natural impresionante y que merece una visita.
Igual ocurre con el pueblo de Lumajo, una agradable aldea de montaña con casas de piedra y tejados de pizarra, donde se pueden ver hórreos en buen estado y dar un paseo por el valle.
4. Cascada de Sotillo
El Parque Natural del Lago de Sanabria es una fuente inagotable de enclaves naturales sorprendentes. La mayoría de los senderos del parque discurren en entornos montañosos, pero la ruta a la Cascada de Sotillo, aún, siendo un itinerario de montaña, puede ser realizado perfectamente por familias con niños.
El sendero se adentra en un espeso bosque de castaños, robles y avellanos hasta alcanzar un mirador que permite ver un salto de agua de unos 20 m de altura.
5. Orbaneja del Castillo
Para muchos, Orbaneja del Castillo es el “Mejor Rincón de Castilla y León”. Y es que no les faltan razones para esta afirmación. Este bonito pueblo burgalés es atravesado por un acuífero que emana de la Cueva del Agua para deslizarse unos metros más adelante en forma de abanico por una sucesión de terrazas de tobas calcáreas.
Es, sin duda, un lugar ideal para hacer una escapada de fin de semana en pareja, con amigos o en familia.
6. Cascada de Abelón
Este salto de agua se ubica en Arribes del Duero zamoranos. La aproximación a la cascada es sencilla y nos ofrece unas vistas espectaculares de los meandros que dibuja el río Duero en su camino hacia el océano Atlántico.
La cascada de Abelón se origina por un arroyo que se divide en tres canales, de forma que se crea un abanico por el que se desliza el agua recorriendo escalones de distintas alturas. A nuestro modo de ver, es una de las cascadas más bonitas y menos conocidas de Castilla y León.
7. Cascadas de Tobera
Tobera es una pedanía de la localidad burgalesa de Frías. La villa está edificada al amparo de la garganta que ha creado el río Molinar. Debido a esta especial orografía, a lo largo del pueblo hay una sucesión de cascadas y saltos de agua que comienzan a la altura de la Ermita de Santa María de la Hoz.
Los pueblos de Tobera, Frías, Oña y Poza de la Sal forman el enclave denominado Raíces de Castilla. En este territorio se dieron los primeros pasos para la creación del Reino de Castilla. Es una zona muy bonita que os invitamos a conocer si no habéis ido nunca.
8. Cascada del Remolino
Una de las cascadas que más nos sorprendió en Castilla y León fue la de El Remolino o del Remolín, en Arribes del Duero salmantinas. Se trata de un precioso chorro de unos 20 metros de altura, dividido en dos saltos, y ubicado en un entorno natural envidiable. Y decimos que nos sorprendió porque no esperábamos encontrar algo tan bonito y que no fuera más conocido.
La cascada se ubica en Aldeadávila de la Ribera y la ruta comienza en el Mirador de Rupurupay. Ya sólo ir hasta la atalaya merece la pena porque las vistas de los meandros del Duero no dejan indiferente a nadie. Aunque os animamos a hacer un pequeño esfuerzo y descender unos 200 m para ver la Cascada del Remolino, no os arrepentiréis.
9. Cascada de Las Pilas
En la comarca zamorana de Tierra del Pan nacen Los Arribes del Duero. Este comienzo natural de unos los parajes naturales más bonitos de Castilla y León se esconde entre amplios sembrados de cereales y cerros suaves.
Junto a las ruinas de una antigua explotación minera de estaño, encontramos la Cascada de Las Pilas. Dos saltos de agua que se originan y finalizan en dos pozas de aguas cristalinas y vivos colores de tonalidades verdes. Todo ello, con la garganta fluvial del río Duero como paisaje de fondo.
10. Surgencia de Covalagua
Dentro del Geoparque Mundial de la Unesco de Las Loras, se encuentra el espacio natural protegido de Covalagua. La cascada se forma al brotar el agua de las formaciones kársticas que debido a su naturaleza son muy porosas.
Esta característica permite la filtración del agua a través de la roca y ha dado lugar a la creación de cuevas, surgencias y barrancos fluviales de una gran belleza en un enclave situado a caballo entre las provincias de Palencia y Burgos.
Esta es una selección de alguna de las cascadas más bonitas de Castilla y León, pero hay muchas más. En nuestro libro Excursiones con niños por Castilla y León y en el blog, encontraréis más ideas para vuestras escapadas y vacaciones, en las que las cascadas serán las grandes protagonistas. Y vosotros, ¿conocéis otros rincones naturales con saltos de agua que nos podáis recomendar? Esperamos vuestras respuestas 😉.