El Castillo de Trevejo es uno de los baluartes más pintorescos y significativos de Extremadura, entre sus muros en ruinas se guarda un gran tesoro histórico y cultural.
Los pueblos de la Sierra de Gata albergan una gran riqueza arquitectónica, histórica, cultural y humana. Caminar por sus calles es volver al silencio que solo se escucha en el medio rural, a contemplar atardeceres teñidos de colores rojizos, es saludar a las gentes que te encuentras en el camino sin reparar en si las conoces o no. En definitiva, es regresar a una vida que, en muchas ocasiones, se nos olvida que existe embarcados en las prisas y el estrés de la gran ciudad.
Un pueblo en el que se experimentan, estos y otros muchos sentimientos y vivencias, es Trevejo. Esta pedanía extremeña, perteneciente a Villamiel, ha sabido conservar la esencia heredada de muchos siglos de historia, dando la espalda al desarrollo y a la modernidad. Con una población mermada por el abandono de los medios rurales en busca de mejores oportunidades de trabajo y de vida, ha sabido reinventarse, y ser una de las villas más visitadas y turísticas de Extremadura.
Cómo llegar a Trevejo en la Sierra de Gata
Desde la localidad de Villamiel, cogemos la carretera CC-143 que transita por un bosque de castaños hasta alcanzar a 3.2 km la villa medieval de Trevejo.
Unos 300 m antes de llegar al pueblo, podemos asomarnos al mirador de Trevejo, desde el que vamos a entrever con claridad el enclave que vamos a visitar. Debemos estacionar el coche en un amplio aparcamiento habilitado a las afueras del pueblo para tal fin.
Qué ver en Trevejo: Castillo de Trevejo
Caminar por el cuidado y coqueto pueblo de Trevejo ya es un placer para los sentidos. Las casas guardan un patrón arquitectónico similar, en el que, predomina la piedra y las balconadas de madera decoradas con llamativos y hermosos motivos florales. Sin abandonar la vía empedrada, vamos acercándonos al rey indiscutible de la villa: El Castillo de Trevejo.
La fortaleza se ubica sobre un montículo montañoso que domina todo el valle y al que se accede por una calzada adoquinada. Antes de subir a la fortificación pasaremos junto a la Iglesia de San Juan y la torre-espadaña que está declarada Bien de Interés Cultural. En las inmediaciones, también podemos observar que hay tumbas antropomórficas excavadas en la roca de granito que se conservan en buen estado. Cosa que no podemos decir del Castillo de Trevejo. Es una pena que este baluarte se encuentre en un estado de abandono tal, que se han instalado carteles advirtiendo del peligro que entraña subir al Castillo. Aun así, y atraídos por la belleza del entorno, la mayoría de los visitantes acceden al interior. Pero advertimos que hay zonas que pueden ser susceptibles de caídas, tanto para mayores como para pequeños. Las partes mejor conservadas son la torre del homenaje y un tramo de la muralla, el resto está en ruinas. Lo mejor de arriesgarse a ascender hasta el recinto es ver el ocaso del sol en el valle de la Sierra de Gata.
Dónde alojarse en Trevejo
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Qué ver en la Sierra de Gata
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