ZOO SANTO INÁCIO CON NIÑOS EN OPORTO, donde comienza la aventura

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El Zoo Santo Inácio es un recinto muy acogedor, donde toda la familia puede disfrutar de un día maravilloso y aprovechar para educar a los niños en la concienciación de  la Conservación de la Naturaleza y la Protección de las Especies Amenazadas. Toda una aventura para pequeños y mayores.

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Aprovechando que teníamos unos días libres nos hemos desplazado al país vecino, Portugal. Donde hemos recorrido la Sierra de la Estrella y el Geoparque de Arouca. Pero también, hemos tenido tiempo para disfrutar con los niños de uno de los zoos más grandes del norte de Portugal: El Zoo Santo Inácio.

Desde el momento que informamos a los niños que teníamos pensado visitar el zoo, se mostraron encantados. Así que, pusimos rumbo hacia Vila Nova de Gaia, a 10 minutos de Oporto.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Zoo Santo Inácio – Túnel leones asiáticos

Aparcamiento y entradas para el Zoo Santo Inácio

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Zoo Santo Ignacio

El Zoo Santo Inácio cuanta con un amplio aparcamiento gratuito, por tanto, no hay problema para dejar el coche. Abre a las 10:00 de la mañana, tanto en verano como en invierno. Nosotros recomendamos madrugar y estar a la hora de la apertura, porque es cuando los animales están más activos, luego se van aletargando.

Además, tienen demostraciones durante todo el día con intervalos de tiempo, algunas de ellas, de 30 minutos entre una exhibición y otra. Por esta razón, hay que planificar la visita al zoo, y así no perderse nada. Podéis ver los horarios, las tarifas y cómo llegar en su página web.

Una vez adquirida la entrada la diversión está asegurada, pasaréis un día maravilloso. Os facilitarán un mapa del zoo con las distintas zonas que se pueden visitar y los horarios de las exhibiciones para que podáis organizar correctamente vuestra visita.

Qué ver en el Zoo de Santo Inácio

El Zoo Santo Inácio tiene como objetivo la Conservación de la Naturaleza, y en especial, de las especies en peligro de extinción. Y eso se nota desde el momento que entras en las instalaciones. Puesto que, aunque no es excesivamente grande, sí que se han habilitado amplias zonas para que los aproximadamente 800 animales protegidos por el zoo, puedan vivir en hábitats semejantes a sus lugares de origen y así desarrollarse en condiciones saludables y manifestar comportamientos propios de su especie.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Túnel leones asiáticos

Como la primera demostración era en el recinto de los leones asiáticos, dirigimos nuestros pasos hacia esta zona. Es sin duda, la exhibición estrella del zoo, un túnel acristalado permite ver los leones a tan solo unos centímetros de distancia. Os podemos asegurar que impresiona ver estos animales salvajes por encima de tu cabeza o golpear el cristal con sus zarpas.

Mientras los leones son alimentados, el cuidador informa (exclusivamente en portugués, aunque con un poco de atención se entiende y se puede trasmitir al niño lo más importante) de las características, comportamiento, alimentación…de estos felinos que están profundamente amenazados. Dado que, la población actual se reduce a unos 520 ejemplares, protegidos en el Bosque de Gir (India).

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Capibara

La siguiente demostración es la alimentación de los pingüinos, así que, nos dirigimos a ver otra especie vulnerable por la acción del hombre.

Pero por el camino, veremos al mayor roedor del mundo: los capibaras. También, observaremos los graciosos flamencos con su plumaje de color rosa y apoyados en una sola pata. Así como, a los marsupiales dando brincos por la pradera: canguros de Bennet. A los niños les hicieron mucha gracia, por su larga cola y sus cortas patas delanteras, y por supuesto, por su forma de desplazarse dando saltos.

Una vez en la piscina de los pingüinos pudimos ver como nadaban y se alimentaban. Fue una de las cosas que más les gustó a nuestros hijos.

La última exhibición antes de comer son las aves rapaces, por tanto, nos dirigimos hacia el recinto de la demostración. De camino, vemos la amplia zona de herbívoros asiáticos, donde habitan: búfalos acuáticos asiáticos, cervicabras con sus singulares cuernos en forma de espiral, muntjacs indios y las pequeñas nutrias asiáticas.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Antílope negro (cervicabra)

También, tuvimos la oportunidad de ver corretear por la pradera a unos simpáticos roedores: los perros de la pradera. A nuestros hijos le encantaron, tuvimos que ponernos un poco serios para que no los persiguieran y los molestaran cada vez que asomaban sus cabecitas fuera de las madrigueras.

La demostración de aves rapaces nunca deja de sorprendernos, a pesar de haber visto varias veces este espectáculo en otros recintos, como en el parque de la naturaleza de Cabárceno o en el parque natural del Monasterio de Piedra. No debéis perdéroslo.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Lago

Ahora, toca reponer fuerzas. El zoo cuenta con un área de picnic y un parque infantil, al que podéis ir, si decidís llevar vuestra propia comida. Si preferís ir al restaurante, también tenéis esta opción. A la entrada del zoo se encuentra el “Restaurante do Zoo” con menús económicos. O bien, tenéis dos acogedores snack bar: el “Bar do Lago” con vistas al lago y el “Bar da Savana” con unas hermosas panorámicas al río Duero.

Una vez repuesto fuerzas, nos acercamos a ver la demostración de alimentación de las nutrias. Estos pequeños animalitos se muevan más que nuestros hijos (y mira que es difícil). Tienen una enorme facilidad para nadar e inmediatamente después, salir a tierra firme para jugar entre los troncos y las rocas. Son muy activas, sobre todo si hay moluscos o crustáceos, incluidos en el menú del día.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Nutria

Antes de ir al reptilario para ver la demostración, nos paramos a ver uno de los animales más hermosos que tiene el zoo: el tigre siberiano. A pesar de ser un animal nocturno, pudimos verlo moverse claramente por el recinto, a través de las cristaleras. Impresiona tener este enorme cazador, a tan solo, unos centímetros de ti.

Igualmente, observamos a los graciosos monos araña de cara negra. A los niños le hace mucha gracia ver como se desplazan utilizando únicamente su larga cola. Además, interactúan con ellos a través del cristal, como si quisieran jugar. Son encantadores.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Saguim cabeza de algodón

Una vez en el reptilario, los pequeños de la casa, se quedan impresionados con la demostración de reptiles. Debido a que, les permiten tocar las tortugas y hasta las serpientes pitón. Esta presentación la vieron con su padre, porque yo preferí mantenerme alejada, ¡me dan pavor los reptiles!

Fuera del recinto, se encuentran los galápagos y unos observadores suricatas, que posaban tranquilamente para las cámaras de fotos.

Dirigimos nuestros pasos de nuevo hay el recinto exterior de las demostraciones para ver la exhibición de vida salvaje, al son de una hermosa banda sonora.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Sabana africana: cebra y jirafa

Antes de ver la última de las demostraciones, nos dirigimos a la zona más amplia del zoo: a la sabana africana. Aquí cohabitan varias especies, como: la cebra de las planicies, los impresionantes elandes, las jirafas con su largo cuello, los ñus de cola blanca o el rinoceronte blanco (este fue el que más le gustó a nuestro hijo pequeño, tuvimos que ir a verlo, como 3 o 4 veces).

También, aprovechamos para ver los perros salvajes africanos, las hienas y los linces; antes de ir a ver como alimentaban los lémures. Los lémures son unos simpáticos mamíferos originarios de Madagascar, que comen principalmente hojas, brotes y frutos de los árboles.

Zoo Santo Ignacio, Oporto, Portugal
Tigre

Después de esta última demostración recorrimos pausadamente el zoo, observando algunos animales que aún no habíamos visitado como: los tapires, las libres de Patagonia, la casa de los animales nocturnos con sus arácnidos, las lamas, los graciosos hipopótamos pigmeos, las aves del jardín tropical, los camellos… y muchas otras especies que alberga y protege el Zoo Santo Inácio.

Este es sin duda, un acogedor y familiar zoo que os permitirá disfrutar de un estupendo día en compañía de múltiples animales en peligro de extinción. Es una buena opción de ocio con niños si viajáis a Oporto o sus alrededores.

Recomendaciones

  • Aconsejamos madrugar para ver los animales más activos y no perderos ninguna exhibición.
  • Llevar calzado y ropa cómoda, aunque el firme es bueno, se camina bastante.
  • Está terminantemente prohibido alimentar a los animales o superar las barreras de seguridad, así como perseguir o acosar a los animales.
  • Los animales se recogen una hora antes del cierre de las instalaciones.
  • Os recordamos que hay una pequeña tienda, donde podéis adquirir un recuerdo de la estancia en el zoo.
  • Y cómo el objetivo del zoo es la Conservación de la Naturaleza, podéis apadrinar uno de los animales del zoológico.

Queremos agradecer a el Zoo Santo Inácio que nos permitiera disfrutar de un día en familia en un entorno tan divertido y tan educativo para nuestros hijos, como es, educarles en la Conservación de la Naturaleza y la Protección de las Especies Amenazadas.


Qué ver cerca del Zoo de San Inácio


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Ana Elvira Picado
Ana Elvira Picado
Siento fascinación por los viajes, por los paisajes de ensueño y las culturas diferentes a las que me ha tocado vivir, por eso quiero compartir y difundir en este blog las experiencias más motivadoras y las vivencias más enriquecedoras que realizo junto a mi familia. Espero que os sean de ayuda para seguir manteniendo vivo el sueño de viajar.

4 COMENTARIOS

  1. Francamente, me da mucha pena ver como un blog tan enfocado a vivir la Naturaleza con niños puede promover ver animales encerrados. Dices que en un amplio espacio donde desarrollar los comportamientos habituales de cada especie. ¿acaso pueden los animales cazar en el zoo, reproducirse libremente o recorrer cientos de kms al día como hacen en plena naturaleza? La frase «impacta ver los zarpazos de los animales en los cristales» es absolutamente cruel, ¿no crees que esos zarpazos indican el nivel de reclusión que viven y que desean abandonar?

    Lo que a mí me impacta es ver cómo os tragais eso del conservacionismo de especies en los zoos y cómo se lo inculcais a vuestros hijos.

    Os seguía hasta que he encontrado este artículo. Ya no.

    Un saludo

    • Hola Olivia, muchas gracias por tu comentario. El tema que comentas es algo que nos preocupa y de lo que estamos pendientes. Siempre tenemos presente esta dualidad a la hora de visitar los zoos y tantas otras cosas. Por un lado los zoos tienen una faceta de divulgación y en este caso de protección y por otra de privación de libertad y confinamiento de los animales. Este zoo participa activamente en un montón de programas de conservación de especies amenazadas y fue lo que nos decidió a visitarlo e incluirlo en el blog. Entendemos tu postura y la respetamos y por supuesto si crees que debes dejar des seguirnos, pues lo lamentamos y esperamos que algún día vuelvas.
      Saludos

  2. Hola! Podrias decirme en cuanto tiempo se recorre el zoo, tenía pensado ir una mañana con dos niños y conocer un poco de Oporto por la tarde, por eso mi pregunta. Gracias

    • Hola buenas noches el zoo no es muy grande y se podría recorrer perfectamente en 2 horas o un poco más… El problema es si quieres ver los espectáculos y exhibiciones que tienen un horario y eso te condiciona para ir parando en la visita.
      Con la actual situación sanitaria no se existirán estos espectáculos o los harán con aforo reducido.
      Saludos

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