Es complicado hablar de qué se puede hacer con los niños en el campo según su edad, pues cada niño tiene un ritmo de desarrollo distinto, y, además, las experiencias previas modulan el desarrollo posterior y la adaptación al medio natural.
¿Desde cuándo podemos salir al campo con nuestros hijos? Nosotros pensamos que desde el mismo momento en que la madre se encuentra con salud para hacerlo tras el parto. Es decir, en las primeras semanas.
Cuándo salir al campo con los niños: A cada edad lo suyo
Hasta los tres meses
El bebé va en mochila frontal (tipo canguro) mirando hacia el progenitor con la cabeza sujeta. Los trayectos deben ser cortos y por buen terreno, ya que el llevar el niño delante nos impide ver nuestros pies. (Además si sudamos empaparemos al niño que va en contacto con nuestro cuerpo). Se dormirá casi siempre por el contacto físico y el vaivén. En las paradas, lo sacaremos para que experimente con sus sentidos, el maravilloso mundo que le rodea. Si optamos por llevarlo en el cochecito, podremos realizar algunos senderos o vías verdes si dispone de buena amortiguación.
De 3 a 6 meses
El bebé continúa en mochila frontal, pero ya es capaz de sujetar su cabeza, por lo que se podría poner al niño mirando en el sentido de la marcha para que disfrute contemplando la naturaleza (aunque muchos de los manuales de las mochilas ergonómicas indican que se puede poner al bebé mirando hacia adelante. Muchos especialistas en la materia desaconsejan esta práctica, porque el bebé debe ir pegado al cuerpo del padre/madre para no forzar la espalda ni los genitales. Por tanto, esta posición queda al arbitrio de los progenitores). En cualquier caso, procuraremos evitar el terreno escalonado, pues suponen impactos para su pequeño cuello, aunque lleve sujeta su cabecita (y porque la mochila frontal nos impide alzar mucho las rodillas en las subidas). En ningún caso, debemos llevar al niño dormido, mirando hacia adelante (si sospechamos que se va a quedar dormido hay que cambiar la posición antes). La espalda de los papás sufrirá al llevar al niño en la mochila porta bebé frontal, por tanto, debe estar equipada con sujeción lumbar para repartir el peso, y a veces, llevar una mochila en la espalda ayuda a compensar el tiro frontal.
De 6 a 9 meses
El peso del bebé empieza a ser un problema en la posición frontal, por lo que, cuando el niño tenga afianzada la postura correcta para estar sentado, debemos trasladarlo a la mochila porta bebé en la espalda (se recomienda pasar al niño a la mochila trasera, a partir de los 9 meses). En las paradas lo sentaremos en el suelo, y comenzará a manipular y explorar todo. Cuidado con los pequeños objetos y la tierra, aunque parece inevitable que se coma un poco. Se inicia en el gateo y si el terreno lo permite le dejaremos desplazarse por él con libertad.
De 9 a 12 meses
El niño debe ir ya en la mochila trasera. Comienza a ponerse de pie, por lo que en las frecuentes paradas le brindaremos oportunidades para hacerlo. A esta edad se puede avanzar ya trayectos considerables con el niño en la mochila, pues su cadera ya aguanta bien sentado un tiempo (con la precaución de sacarle en cada descanso para facilitar su circulación y abrigarle más que nosotros, pues él va sin hacer ningún ejercicio).
De 12 a 15 meses
En esta época, el niño comienza a caminar por sí sólo, pero su andar es aún muy inestable. Podremos dejarle caminar en zonas de arena o pradera, y nunca, en zonas con obstáculos por pequeños que parezcan. Continúa yendo en la mochila trasera y sigue permitiendo realizar marchas considerables. Se pasa ya trayectos en la mochila sin dormirse.
De 15 a 24 meses
Empieza a caminar bien, y se inicia a subir y bajar escaleras, por lo que, pueden superar pequeños obstáculos que no supongan riesgo para él. Cogido de una mano, puede avanzar pequeños trozos de sendero y disfruta explorando su entorno.
De 2 a 3 años
El niño comienza a mejorar su motricidad y equilibrio, y demanda caminar algunos tramos de nuestras excursiones. Comienza a correr con soltura y le gusta hacerlo por el campo. Puede caminar 1 o 2 km en total, pero gran parte de la ruta la sigue haciendo en la mochila. Si el terreno no es fácil, debe ir de la mano, y muy probablemente, se cansará rápidamente.
De 3 a 4 años
Comienza a abandonar la mochila porta bebe en fragmentos de la excursión cada vez mayores. Debemos acortar las rutas, si pretendemos facilitar el tránsito de la mochila a poder realizar las rutas a pie. Si el terreno es bueno y el desnivel no es excesivo, puede realizar ya marchas de hasta 5 o 6 km. En zonas escarpadas o escalonadas, necesita ayuda y muchas veces, es mejor ante la duda de si corre algún riesgo, pasarlo a la mochila porta bebé.
De 4 a 6 años
Debe dejar ya la mochila porta bebé en todo el recorrido de las excursiones. Su motricidad adquiere el grado completo por lo que suele comenzar a andar en bicicleta, patinar, nadar. Y en el campo demanda ya trepar, correr, brincar… Aunque tienen motricidad completa, su tiempo de reacción es aún largo, por lo que se caen con facilidad si tropiezan, por tanto, debemos tener cuidado con el terreno en el que les metemos. Pueden empezar a llevar su pequeña mochila, pero aún sin peso, más como hábito y juego, que como transporte. Para muchos es la edad ideal para iniciarlos en actividades como el esquí. Pueden llegar a superar marchas de hasta 10 – 12 km si van con calma y motivados y desniveles de hasta 500 m. Si tenemos suerte y conocemos gente con niños con nuestros mismos intereses, el salir con otros niños facilita todo muchísimo.
De 6 a 10 años
Caminan autónomos, llevan su mochila (que nunca debe superar una quinta parte de su peso y ser adecuada al tamaño de su espalda). Se les puede iniciar en las responsabilidades de las excursiones de forma más activa. Pueden empezar a entender los planos, y a escoger alternativas en senderos. Mejoran su tiempo de reacción ante imprevistos y les gusta enfrentarse a retos cada vez mayores.
De 10 a 14 años
Aumento de las capacidades cardíacas y respiratorias. Un niño de esta edad, acostumbrado a realizar ejercicio, puede realizar ya las mismas actividades excursionistas que un adulto si se encuentra motivado. No conviene someterle a esfuerzos excesivos, pues pueden ser nocivos para sus articulaciones. Se pueden iniciar en cuestiones técnicas de progresión en distintos terrenos por montaña.
A partir de los 14 años
Físicamente se encuentra preparado para realizar la misma actividad que los adultos, pero sólo si el muchacho se encuentra motivado (a lo que ayudará la presencia de iguales, la realización de actividades en el contexto de clubs de montaña o campamentos), querrá seguir progresando en el mundo de la montaña. Es el momento de tener educados a los niños en la seguridad en la montaña, pues con esta edad se creen capaces de todo.
Adquiere nuestro manual de «Senderismo y montaña con niños» dónde encontraréis múltiples ideas y consejos para disfrutar con vuestros hijos e hijas en el campo. |
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Os dejamos un comentario que nos ha hecho llegar María del Pilar Delgado y que creemos que es importante.
Aunque en las instrucciones de la mochila portabebé Baby Born se indica que se puede llevar al niño mirando hacia adelante, a partir de los 4-5 meses.
En la página de babybjorn.es podéis ver el manual de la mochila porta bebé Miracle.
Lo cierto es, que muchos especialistas en la materia recomiendan que no se lleve a cabo esta práctica.
Los motivos son los que apunta María del Pilar Delgado, basándose en los datos reflejados en el blog pajaritopinzon.com :
“Felicidades por vuestro blog! Soy un seguidora de todo lo q publicáis ! Y además me parece muy correcto la manera de enfocarlo.
Si me permitís añadir , como usar correctamente la mochila portabebés en niños pequenos.
Cinco claves para un porteo saludable:
-El peso del bebé debe recaer sobre el porteador, nunca sobre sí mismo. Sus piernas deben estar abiertas unos 45º cada una, y las rodillas flexionadas por encima de la cadera. Quedando las piernas en forma de “M” o “RANITA”. Prestando especial atención a los recién nacidos, sin forzar su apertura natural de las piernas, (aunque sean de goma).
-Su columna tiene que mantener su curvatura natural en forma de “C”, evitando soportes rígidos y posturas incomodas.
-El portabebé podrá mantener sujeta la cabeza del bebé si es necesario.
-El portabebé elegido debe adaptarse al crecimiento del niño, o ir cambiándolo según su crecimiento y peso.
-El porteador y el bebé deben estar pegados, ajustando el portabebé al cuerpo lo máximo posible, para evitar que el bebé se mueva de su posición si el padre/madre se inclina. De esta manera también se reparte mejor el peso.
-Y por último, el bebé no debe ir nunca mirando hacia delante. Ya que en esta posición no mantiene la posición de “ranita”, su espalda está obligada a estar rígida y sus piernas cuelgan. Por lo que son sus caderas y genitales las que soportan el peso. En un portabebé ergonómico la postura del bebé es totalmente natural.”
Gracias por la aportación Pilar.
hola chicos,
Acabo de descubriros y me encanta vuestro blog, felicidades.
Tengo un peque que va a hacer año y medio y nos gusta andar por la montaña, y quiero comprar una mochila porta bebés, pero no sabía si compensaba o no y por lo que he visto en este post sí que se utiliza hasta que tienen por lo menos 4 años, Pablo pesa ya 11,5 kl y no se cual comprar, ¿me recomendáis alguna en particular?
Gracias.
Hola Ana, en nuestro caso hemos utilizado la mochila hasta que los niños tenían más o menos tres años y medio. Con dos años Pablo andará a ratitos, cada vez más… dependiendo lo que te gustaría hacer con él te compensará comprarla o no. Si vas a hacer montaña, sí pues la usarás dos años al menos. Para senderismo sencillo pues la usarás menos tiempo… tu valorarás.. Nosotros usamos la Deuter Kid Comfort III (es un poco cara nueva, pero se puede encontrar en el mercado de segunda mano alrededor de 150 euros), estamos super contentos con ella y la ha heredado un amigo y está encantado también. Tenemos también la Deuter Kid Comfort I plus (pues ha habido un tiempo que nos tocó llevar cada uno a un niño a la espalda) es más sencilla (vale nueva unos 100 euros) y para un niño de ese peso ya te recomendaría la otra, ya no la utilizamos y la pondremos a la venta o la heredará algún conocido… Es un artículo que suele quedar nuevo y el mercado de segunda mano funciona bien, intenta buscar cerca de la zona en la que vives para poder ver antes de comprar.
Gracias a tí, saludos.
Gracias, estoy mirando en wallapop y he visto que hay una de deuter que tiene muy buena pinta, también una de Altus y otra de Mc Kinley, las tendré que ver.
Muchas gracias.
Hola la mochila cuida de que sea ergonómica!y cuiden y respeten la postura del bebé adecuada. Hay muchas mochilas en el mercado que dicen ser ergonómicas pero no lo son y pueden dañar su caderita. Mochilas como la emeybaby si son ergonómicas, investigar bien antes por el bien suyo!
Hola.
Quería hacerte un par de comentarios de tu entrada en los primeros meses. La primera foto el porteador no es ergonómico porque el peque va con los piernas colgado y no en posición ranita.
La siguiente postura mira al frente y sigue sin ser postura ergonómica ya que fuerza su espalda.
He visto que en comentarios habéis completado con esta misma información pero creo que deberías ponerlo en la propia entrada
Un saludo y gracias por compartir.
Muchas gracias por tu interesante comentario. Con nuestros hijos por lo que vemos hicimos algunas cosas mal, pero te aseguramos que seguimos las instrucciones del fabricante de mochilas en todo momento. Nos imaginamos que esto va cambiando según se investiga y se descubre lo que es mejor para los niños. Tienes razón que tendremos que actualizar nuestra entrada.
Antes decían que podías poner al niño en un andador, ahora te dicen que es lo peor del mundo, antes decían que dejaras al niño llorar hasta que se acostumbraran a dormir solos, ahora dicen que es una crueldad, antes decían que la leche fórmula era igual o mejor que la materna, ahora dicen que como la leche de la madre no hay nada… Es imposible estar nunca 100% segura de que lo haces bien en el tema crianza jejeje.
¡Un saludo!
Hola! Me ha parecido interesante este artículo, tengo un hijo de 3 años que tiene mucha energía. A los 2 años y medio empezamos a dar paseos por la montaña, cada vez más a menudo y a día de hoy cada día suele hacer 5km por montaña, y los fines de semana hacemos excursiones de 10-15km y con desnivel, nunca ha pedido brazos o necesitado mochila, cada vez le gusta más, y el mismo va exigiendo rutas cada vez más complejas, la naturaleza le hace feliz y se ve realmente libre corriendo y saltando por senderos!
Nos parece muy clarificadora tu experiencia, cada niño es un mundo y con motivación e interés se logra avanzar con mayor rapidez en el descubrimiento autónomo de la naturaleza. Gracias por tu comentario.