La Sierra de Candelario alberga rincones de enorme belleza. Uno de los recorridos más frecuentados es la circular Llano Alto – Presa de Navamuño – Candelario. Una ruta por bosques de castañas y grandes robledales que se acerca al Río Cuerpo de Hombre a la altura de Puente Nueva.
En la Sierra de Béjar hay multitud de rutas y senderos que permiten pasear con sosiego, disfrutando de sus bosques y lagunas. Y uno de los enclaves más bellos, es la Sierra de Candelario.
La ruta que hemos elegido este fin de semana en Salamanca, es ideal para realizarla en otoño, pero se puede ir en cualquier época del año. Además, se puede iniciar en varios puntos y tiene numerosas variantes, pero nosotros hemos optado por comenzar en Llano Alto. Y para hacer el recorrido más sencillo, hemos dividido la ruta en varias etapas: Llano Alto, Presa de Navamuño y Candelario.
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Itinerario por la Sierra de Candelario
Etapa 1: El Castañar
Para llegar a Llano Alto, es necesario tomar desde Béjar la carretera DSA-181 hasta El Castañar. Aquí tenemos un bonito paraje en el que, como su propio nombre indica, predominan los castaños. Igualmente, se encuentra el Santuario de la Virgen del Castañar y una de las plazas de toros más antiguas de España “La ancianita”.
Nosotros recomendamos hacer una parada en este punto, ya que es una zona con mucho encanto, donde podéis dar un paseo o descansar mientras los niños se divierten recogiendo castañas o correteando entre los árboles centenarios.
A tan sólo un kilómetro de El Castañar, se encuentra Llano Alto, donde estacionaremos el coche para iniciar el itinerario. Este enclave es un prado de grandes dimensiones, ubicado en la cumbre del Monte Castañar, y desde donde hay unas preciosas vistas de la sierra.
En la propia pradera hay un panel explicativo con las rutas que se pueden realizar, y que parten de esta cima. Nosotros tomaremos la senda que se dirige al pueblo de Candelario. Es un camino forestal que nos lleva por varias fincas, algunas de ellas con ganado, pero que desde el inicio, se adentra en un bosque de robles y castaños que nos acompañarán durante todo el trayecto.
En el primer desvío señalizado que nos encontramos, obviaremos el ramal de la izquierda que se dirige hacia Candelario, ya que nosotros deseamos ir hasta la presa de Navamuño y disfrutar durante más tiempo de los parajes que nos rodean. De forma que, tomamos el camino de la derecha, que nos lleva hasta una vereda más estrecha y con peor firme, pero que permite el tránsito sin ningún problema. Aunque hay que tener en cuenta que este tramo en época de fuertes lluvias puede estar anegado por el agua.
Pronto divisaremos un primer arroyo, que se pasa sin dificultad. No es el único, más adelante, encontraremos un segundo regato de mayores dimensiones, pero con piedras que permiten vadearlo.
Tras un leve ascenso, alcanzaremos un cruce. En este punto debemos escoger si vamos hacia la derecha y visitamos la presa de Navamuño. O, si bien, encaminamos nuestros pasos hacia la izquierda, y nos dirigimos a Candelario. En nuestro caso, una parte de los integrantes de la excursión se acercó hasta la presa, mientras que el resto esperaba tomando un pequeño tentempié.
Una vez todos juntos, nos dirigimos a Candelario.
Comenzamos con un pequeño descenso hasta un puente de piedra, que permite atravesar el torrente de agua que baja de las montañas. Para posteriormente, dirigirnos a la carretera que une Candelario con la Dehesa.
Una vez en la carretera, giramos a la izquierda. Caminaremos con precaución por el arcén, aproximadamente durante 1 kilómetro, hasta llegar a las afueras del pueblo de Candelario. Aquí, visualizamos un cruce con varias señalizaciones. Una de ellas, indica la posibilidad de seguir recto y entrar en la villa, y otra, muestra el desvío hacia la izquierda para regresar a Llano Alto.
Etapa 4: Candelario – Llano Alto
En esta ocasión, nosotros no entramos en el bello pueblo de Candelario y dirigimos nuestros pasos hacia Llano Alto. En este camino predominan los castaños, y es ideal para que los niños de corta edad se acostumbren a andar por los senderos de la sierra.
Pronto llegaremos a un puente de piedra que nos permite cruzar el río Cuerpo de Hombre, y donde quedan los restos de un antiguo molino. Desde este punto, se comienza un ascenso, que quizás es el tramo que requiere mayor esfuerzo de toda la senda. Tiene bastante desnivel, pero que nos llevará por el Camino de Candelario hasta Llano Alto.
La Sierra de Béjar es una apuesta segura para deleitarse con la naturaleza, así que no dejéis escapar la oportunidad que esta comarca de Salamanca os brinda, y…, a disfrutar del otoño!!!
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