Las cuevas y grutas de Ponta da Piedade han sido labradas por la fuerza del mar. Es un paraje natural que hay que visitar sí o sí si viajamos al Algarve.
El Cabo de la Piedad o Ponta da Piedade se sitúa muy cerca de Lagos, a 4 km. Se trata de unos acantilados con unas panorámicas espectaculares de pináculos y farallones rocosos moldeados por la acción del mar, entre los que se esconden grutas, cuevas y arcos que completan un paraje sorprendente.
Este cabo sería un lugar inhóspito y poco agradable debido a los fuertes vientos si no fuera por la belleza natural que rezuma en cada rincón del enclave. Aquí los acantilados se funden con el mar, pero la mejor forma de apreciar como el color turquesa de las aguas cristalinas del océano Atlántico se tornan en múltiples tonalidades y cómo el color dorado de la roca brilla con los últimos rayos de sol es descendiendo hasta el fondo del precipicio. ¡Suena bien!, ¿verdad? Pues para conocer en profundidad Ponta da Piedade os contamos cómo ir y qué ver.
Cómo ir a Ponta da Piedade
Cómo ya hemos indicado está muy cerca de Lagos, por tanto, se puede ir a pie, en coche o en barco.
Ponta da Piedade a pie
Se puede ir dando un paseo desde Lagos, tardaréis unos 45 min, sin paradas. Pero tened en cuenta que pasaréis junto a dos de las playas más bonitas del Agarve: Praia de Dona Ana y Praia do Camilo. Por tanto, la tentación de bañaros o asomaros a sus miradores será irresistible, con lo cual, contad con más tiempo.
El recorrido se realiza en su mayor parte con vistas a los acantilados y al océano. Es muy agradable si no hace mucho calor.
Ponta da Piedade en coche
Fue la opción que nosotros elegimos (aunque hemos de reconocer que nos gustó tanto, que también hicimos el paseo en barco). Junto al faro del cabo hay un amplio aparcamiento en el que podemos estacionar el coche. Luego ya hay que caminar para apreciar en todo su esplendor el entorno en el que nos encontramos.
Ponta da Piedade en barco
Esta actividad os la recomendamos. Es maravilloso subirse en una pequeña embarcación en Lagos y recorrer la costa sur de Portugal, avistando algunas de sus playas más bonitas hasta llegar a las grutas y cuevas de Cabo de la Piedad.
Si la embarcación es pequeña, podremos acceder al interior de algunas de ellas. Tened en cuenta este dato a la hora de reservar la excursión, ya que los barcos grandes no entran en las oquedades labradas por el mar. Además, nosotros reservamos la excursión a última hora de la tarde en el puerto de Lagos, y a pesar de ser verano, y ser una actividad demanda, fuimos solos en la embarcación. Elegimos esta hora para poder ver la luz del atardecer reflejada en la roca caliza de color ocre y anaranjado de los acantilados en contrate con el mar. Esta excursión permite adentrarse en el entramado de cuevas, grutas, arcos y oquedades que forman Punta da Piedade. Obviamente, esto es algo que si vas a pie o en coche no puedes hacer.
Pero no es la única opción para llegar hasta aquí por mar. También podéis hacer un tour en kayaks, subiros a un catamarán o dar un paseo en velero, las alternativas son variadas.
Qué ver en Ponta da Piedade
Mirador de Ponta da Piedade
Si nos hemos decidido por la excursión terrestre, debemos tomar como referencia el Faro de Punta da Piedade. Desde la linterna, por su lateral izquierdo, parte un sendero que se dirige hacia los acantilados. Aquí está el Mirador de Ponta da Piedade. Enseguida veremos una escalinata que va descendiendo hasta la altura del mar.
Si nos apetece podemos acercarnos y bajar los escalones para ver con mayor claridad el entorno natural en el que nos encontramos. Si llegamos hasta abajo, veremos que hay unas barquitas de colores. Es vuestra última oportunidad de adentraros en el mar para observar el fascinante cabo. Normalmente, estas embarcaciones tienen un precio superior a las excursiones que se contratan desde Lagos, pero son un gran reclamo turístico.
Passadiços da Ponta da Piedade
Una vez de regreso en el faro, aún se pueden hacer más cosas, cómo dar un agradable paseo por unas pasarelas de madera que se inician a su derecha. Es un recorrido por los acantilados que se dirige hasta el Mirador de la Praia de Canavial. E incluso, si nos animamos podemos descender a la playa, pero este tramo ya requiere mayor esfuerzo físico.
La excursión tiene una longitud de 5 km ida y vuelta, pero merece la pena y es ideal para hacer con niños o con personas con movilidad reducida. Esta es sólo una de las muchas cosas maravillosas que se pueden hacer y ver en el Algarve.
Dónde alojarse en Lagos – Planifica tu viaje
La oferta de alojamientos en el sur de Portugal es abrumadora, por tanto, no vais a tener ningún problema a este respecto. El Resort Cascade Wellness es una de las opciones que podéis estudiar, no solo tiene hotel, sino también apartamentos y villas independientes con jardines con vistas al océano y a los acantilados. Menos sofisticados, pero no por ello menos confortables tenéis los apartamentos Jardim da Meia Praia que también tienen jardín y piscina al aire libre. Pero si estas opciones no os convencen podéis ver todos los alojamientos de Lagos en el siguiente enlace.
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Un bonito artículo de una buena narradora. Muchas gracias… y a seguir viajando. Un riojano.
Muchas gracias por tu comentario, a seguir viajando 😊.