El Valle de Las Batuecas es siempre una apuesta segura para disfrutar de los sonidos de la naturaleza. Pasear junto al Arroyo de Las Batuecas rodeado de formaciones rocosas y una espesa vegetación, invita a relajarse y dejarse sorprender por la belleza del entorno. El punto final de la ruta se sitúa en el Chorrito de las Batuecas, pero no es necesario ir hasta aquí para conocer este turbador paisaje.
Uno de los parajes más conocidos de la provincia de Salamanca, es sin duda, Las Batuecas, en el término municipal de La Alberca. Hasta aquí, se trasladan cada año numerosos senderistas, curiosos, turistas y amantes de la naturaleza para dejarse embriagar por la belleza y el silencio del entorno. Y es que este escenario inspira relajación y sosiego, e invita a la reflexión y al recogimiento.
Por este motivo, los monjes de la Orden de los Carmelitas Descalzos han vivido como ermitaños en estas tierras desde 1597. Aquí se encuentran el Monasterio Desierto de San José de Batuecas y el Convento Carmelitas Descalzos Batuecas. Pero no es posible la visita a ninguna de las dos instalaciones. Aun así, merece la pena pasear por las inmediaciones y escuchar el sonido de la naturaleza.
Y si os apetece perderos por el Parque Natural es posible ir hasta las pinturas rupestres de las Cabras Pintadas, del Zarzalón o hasta el Chorro de las Batuecas. Nosotros iremos hasta el Chorro de las Batuecas. Dividiendo la ruta en tramos para que cada uno elija la distancia que desea recorrer.
| El acceso a Las Batuecas está cerrado entre los meses de febrero y agosto a la altura del tramo 2 de la ruta descrita más abajo por la protección de anidación de las aves. Para recibir más información podéis dirigiros a la Casa del Parque de La Alberca o llamar al 923.41.52.13 |
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Cómo llegar a Las Batuecas
Las Batuecas se encuentran dentro del Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia. Para llegar a este enclave es necesario ir hasta La Alberca (Salamanca). Y una vez en este bonito pueblo, tomar la carretera SA-201, en dirección hacia Las Mestas (Cáceres). La vía es sinuosa, ya que presenta numerosas curvas, pero está en buen estado.
Cuando llevamos recorridos unos 11.5 km veremos a la derecha el Monasterio Desierto de San José de Batuecas. Antes era posible ir con el coche hasta el propio Monasterio, pero ahora comprobaréis que el acceso está restringido. Debéis continuar unos metros más abajo hasta un aparcamiento pequeño que tiene reservadas plazas para personas con movilidad reducida. Si este parking está completo, hay un segundo parking a tan solo 1.5 km, donde también se puede estacionar el vehículo.
Además, hay un sendero que une ambos estacionamientos, ya que el inicio de la ruta se encuentra en el primer parking.
Itinerario por el Valle de Las Batuecas
Tramo 1: Aparcamiento (alt: 573 m) – Monasterio (alt: 598 m). Distancia: 1.2 km aprox.
Se trata de un sendero adaptado y didáctico que cuenta con varios carteles informativos sobre la flora y la fauna del Parque Natural. Además, este primer tramo hasta el Monasterio se realiza por una pasarela de madera, por tanto, es accesible para personas con movilidad reducida y carritos de bebé.
Desde el inicio, nos introduciremos en un bosque espeso de pinos, alcornoques, encinas, jaras y lavandas que nos irán dando una idea de la belleza del entorno que nos rodea. Podremos hacer un receso para escuchar los sonidos de la naturaleza a la altura de un área recreativa que cuenta con fuente, y que está a pocos metros del aparcamiento.
Tras cruzar un puente de madera, tomaremos una pista de grava que nos llevará hasta el Monasterio. En esta zona los niños pueden disfrutar jugando junto al Arroyo Batuecas. Pero no olvidéis que no hay que realizar excesivo ruido porque es una zona de oración y recogimiento.
Tramo 2: Monasterio (alt: 598 m) – Cruce Canchal de las Cabras Pintadas / Zarzalón (alt: 642 m). Distancia: 3.7 km aprox.
El recorrido que se interna en el valle de las Batuecas comienza junto al muro del Monasterio delimitado por su margen izquierdo por el Arroyo Batuecas. Es fácil identificarlo porque es un camino curioso que tiene numerosas raíces entrelazadas entre sí.
Al avanzar por este singular sendero, veremos árboles centenarios que llamarán la atención a grandes y pequeños. Y no podremos evitar pensar ¿Cuántos años llevarán presidiendo este hermoso lugar? Sobre todo, al alcanzar un tejo vetusto que no dejará indiferente a nadie.
Cuando llevamos recorridos aproximadamente 400 m desde el Monasterio, veremos un pequeño puente de piedra sobre el arroyo con un arco presidido por una cruz. A esta altura, una señal vertical nos informa que debemos cruzar la pasarela y ascender por un sendero si deseamos ir hasta el Mirador de San José. Este tramo es opcional, pero ofrece unas vistas espléndidas del Monasterio y sus inmediaciones. La distancia hasta la atalaya son 900 m, entre ida y vuelta, y permite ver la Ermita de San Juan Bautista y la fuente de San José. Si nos decidimos a subir hasta este enclave, luego tendremos que regresar al sendero principal para continuar con la excursión.
El camino hasta el Canchal de las Cabras Pintadas es sencillo, va paralelo al arroyo, y está señalizado con marcas blancas y amarillas. En esta parte de la ruta, las bifurcaciones de senderos están bien señalizados, como el que marca el desvío opcional por la derecha hacia la ermita de Santa Teresa. Al igual que con la subida al mirador de San José, mencionado anteriormente, si nos acercamos hasta la ermita, luego hay que regresar al camino principal.
En el avance hacia el Chorro de las Batuecas, veremos carboneras en desuso, ya que aquí, antiguamente se generaba carbón vegetal apilando troncos pequeños de leña y cubriéndolos de arcilla. Pero no es el único aliciente de la ruta. El arroyo también crea llamativos saltos de agua de pequeñas dimensiones que engrandecen la hermosura del enclave natural.
El único tramo que nos impide avanzar cómodamente y disfrutar con calma del entorno, es cuando alcanzamos un pedrero que nos obliga a caminar prestando atención, sobre todo a los niños más pequeños, durante unos 200 metros. Pero este obstáculo, no es un impedimento para continuar con la ruta, porque se supera con facilidad.
Justo después del pedrero, tenemos el cruce correctamente señalizado hacia el Canchal de las Cabras Pintadas y al Canchal del Zarzalón. Aquí hay dos opciones: ignorar el Canchal de las Cabras Pintadas y visitarlo en otra ocasión que vayamos a las Batuecas, o bien, hacer este tramo opcional a la ida o a la vuelta del Chorro de las Batuecas.
Nosotros creemos que merece la pena ascender unos metros para acercarse hasta las pinturas rupestres del Neolítico. El ascenso es sencillo y se han instalado estacas con cuerdas en algunos tramos para ayudar en las zonas más empinadas. Aunque, también hemos de advertiros que, las pinturas están protegidas por una valla y el paso del tiempo ha ido deteriorando los trazos. Solo con la ayuda de un panel informativo y de la imaginación veremos figuras de cabras, ciervos, escenas de caza… Con esta información, debéis valorar si os compensa realizar el esfuerzo de la subida al Canchal de las Cabras Pintadas, porque luego hay que regresar de nuevo al camino principal para continuar hacia el Canchal del Zarzalón.
Tramo 3: Cruce Canchal de las Cabras Pintadas/Zarzalón (alt: 642 m) – Cruce Canchal del Zarzalón/Umbría del Cristo (alt: 661 m). Distancia: 4.2 km aprox.
Una vez en el camino que traíamos antes de desviarnos hacia el Canchal de las Cabras Pintadas, empezaremos a ver pozas en el río que son aptas para el baño. Para mucha gente, estas marmitas de aguas cristalinas son el objetivo de su excursión y con darse un baño en estas aguas gélidas dan por finalizada la ruta. Esta es una opción válida e ideal si vamos con niños muy pequeños.
Pero si decidimos continuar, más adelante (unos 500 m), veremos una bifurcación señalizada para ascender al Canchal del Zarzalón o continuar de frente hacia el Canchal de la Umbría del Cristo. Nosotros recomendamos subir al Zarzalón porque el camino está bien trazado y va asciendo poco a poco hasta un camino principal que avanza por la parte superior del valle de las Batuecas.
Recomendamos esto, porque aunque las pinturas del Zarzalón, al igual que las del Canchal de las Cabras Pintadas, están valladas y no se aprecian bien, facilitan el poder disfrutar de unas vistas panorámicas del valle de las Batuecas con el río deslizándose en el fondo, y además, hace que sea más difícil desviarse de la ruta, ya que a partir de este cruce de caminos, el sendero deja de estar señalizado.
Si aun así, decidís continuar recto hacia el Canchal de la Umbría del Cristo, debéis tener en cuenta que, llegaréis a un nuevo cruce poco visible y sin señalizar. Motivo por el cual, es sencillo saltárselo. Además, en este caso el sendero asciende con mayor pendiente hacia la parte superior del valle de las Batuecas.
Si por cualquier motivo, no localizamos el sendero que asciende hacia Canchal de la Umbría del Cristo, no pasa nada. Pero el camino nos obligará a continuar muy cerca de la orilla del arroyo, saltando en algunos momentos entre piedras, dificultando el enlace con el sendero principal que va al Chorro de las Batuecas. Aun así, existe la posibilidad de avanzar paralelos al arroyo de las Batuecas, en lugar de ascender hasta la parte superior de la garganta, para enlazar de nuevo con la ruta a la altura en la que hay que cruzar el río.
Tramo 4: Cruce Canchal del Zarzalón/Umbría del Cristo (alt: 661 m) – Río Batuecas (alt: 690 m). Distancia: 4.7 km aprox.
Si hemos elegido subir al Canchal del Zarzalón, al llegar a la parte superior del valle, giraremos a la izquierda. Una vez superadas las pinturas rupestres, comienza un nuevo descenso hacia el río Batuecas. —Aquí, es donde se unen los dos recorridos señalados, el que va por la parte superior del valle y el que prosigue paralelo al río—. Sortear el cauce del río no va a ser complicado, salvo que las lluvias hayan sido intensas, ya que hay que vadearlo saltando de piedra en piedra.
Tramo 5: Río Batuecas (alt: 690 m) – Regato del Chorro (alt: 733). Distancia: 5.3 km aprox.
Nos daremos cuenta, que en esta parte de la ruta el camino está menos frecuentado, y que ya no hay presencia de las marcas blancas y amarillas del PR que nos llevaba a las pinturas rupestres. Pero aun así, es sencillo seguir el trazado, ya que en algunos tramos está señalizado con hitos de piedras. El hecho de que haya menos gente, va a favorecer que sea más sencillo ver cabras montesas, tejones, ciervos o zorros que abundan en esta zona del parque. Nosotros tuvimos suerte y vimos ciervos.
Al llegar al Regato del Chorro, la cosa se complica un poco. Si no lleva mucho caudal no hay problema, pero lo normal es que si vamos a ver el Chorro es porque las lluvias han sido copiosas los últimos días. Si es así, cruzar no es sencillo porque las piedras quedan sumergidas en el agua, por tanto, toca mojarse los pies o pasar descalzos. Para los adultos esto no implica una gran dificultad, pero los más pequeños van a perder el equilibrio con la fuerza del agua, por tanto, hay que portearlos o ayudarlos.
Tramo 6: Regato del Chorro (alt: 733) – Cascada Chorro de las Batuecas (alt: 872 m). Distancia: 6.5 km aprox.
Una vez superado el riachuelo, tendremos que hacer frente a la parte más dura de la ruta. Cogiendo el sendero que parte por la derecha, ascenderemos en zigzag unos 400 metros. No es mucho desnivel, unos 80 m aproximadamente, pero si es de mayor pendiente que la que llevábamos. De esta forma, saldremos a unas terrazas con vistas al valle y casi planas.
Avanzaremos unos cientos de metros por estos bancales, con la misma dirección que traíamos, hasta que la vegetación comienza a cerrarse. Observaremos que la senda gira a la derecha donde el arroyo Roltejo desemboca en el Regato del Chorro. Ahora la excursión continúa de nuevo pegada al río y con un mayor desnivel.
Hay una parte de este recorrido, cuando la senda se acerca más al río, que hay algunos pasos complicados para los niños. Se trata de pequeños trepes y destrepes que no suponen ninguna dificultad para un adulto, pero sí para un niño pequeño.
El camino pasa a ser el típico de montaña, con piedras y rocas. Mientras que la vegetación se torna más espesa y está compuesta por piornos en algunas zonas. No obstante, cuando llegamos al salto de agua de más de 10 metros de altura de las Batuecas, vuelve a aparecer la vegetación típica del valle de Las Batuecas, compuesta por robles, pinos y alguna encina.
El paraje en el que nos encontramos es de una gran belleza, se puede observar la cascada perfectamente desde varios puntos y sin aglomeraciones de gente. Pero si lo deseáis, podéis ascender hasta la parte superior del Chorro. Para ello, debéis tomar un sendero que comienza por la derecha del chorro y que os permitirá ver el salto de agua lateralmente con el Valle de las Batuecas al fondo.
Una vez disfrutado de este paraje natural, sólo queda desandar el camino. El regreso es mucho más sencillo y cómodo porque el desnivel es a nuestro favor. Veréis que tardáis menos en regresar que en ir.
Las Batuecas se pueden visitar en cualquier época del año. Todas las estaciones ofrecen paisajes de gran belleza. Pero tened en cuenta que el Chorro de Batuecas solo llevará agua en los meses de lluvia: primavera, otoño y quizás invierno. Que esto no os desanime porque el entorno es precioso con y sin agua en el Chorrito.
Esta ruta, aunque no tiene una gran dificultad y cuenta con muchos alicientes, es exigente físicamente. Por tanto, os recomendamos hacer solo el tramo que se adapte a vuestra condición física sin marcaros como meta llegar hasta el Chorro de Las Batuecas.
| Descargar track en Wikiloc de la ruta El Chorro de Las Batuecas |
Dónde alojarse en La Alberca – Planifica tu viaje
La Alberca es Uno de los Pueblos más Bonitos de España. Pasear por sus calles, es descubrir rincones de especial belleza a cada paso. Por tanto, es el mejor emplazamiento que podéis elegir para visitar Las Batuecas. Los hospedajes son abundantes y de gran calidad. Tenéis la opción de pernoctar en un pintoresco hospedaje medieval, en el Hotel Termal Abadía de Los Templarios. Un lugar ideal para relajarse, tras un paseo por el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Si preferís un alojamiento completo, podéis decantaros por los apartamentos deluxe El Aserradero. La decoración es muy agradable y elegante, y las vistas son maravillosas.
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Qué ver cerca de Las Batuecas
- Asentadero – Bosque de los Espejos: Ruta por Las Batuecas-Sierra de Francia
- Camino del Agua en Mogarraz: Un recorrido para sentir
- Sendero de Los Molinos y Yacimientos Visigodos: Tesoro natural en la Sierra de Francia
- Camino de Los Prodigios: Senderismo por la Sierra de Francia
- Camino de Las Raíces
- Ruta de las Huellas Fósiles de Monsagro
- Senda de los Castaños Centenarios y Camino del Peñasco
- Ascenso a la Peña del Huevo
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Estáis confundiendo a la gente. El chorro es una ruta muy dura para hacerla con niños…subir a la majada de las torres ya es un logro y quedas tocado, desde ahí hasta el chorro viene la parte más dura y calurosa. Luego , por si es poco….hay que bajar. Estoy viendo subir a gente con niños y niñas de cinco años….repito, estáis confundiendo a la gente
Hola EMI, gracias por tu comentario si es que sirve para aclarar algo a los lectores. Nosotros decimos que es una ruta para niños a partir de 6 o 7 años. Además presentamos la ruta por tramos indicando la dificultad de cada uno de ellos. En el último tramo estamos de acuerdo que es duro para los niños y así lo indicamos. Cada uno es quien decide donde pone los límites en función de su condición física y de lo acostumbrados que estén sus hijos. Creemos que nuestra información es correcta