Mirador Laguna del Castro o de Villaseca de Laciana con niños

La Laguna del Castro, en Villaseca de Laciana es un enclave natural poco conocido, pero de una belleza especial. La subida hasta el mirador permite ver el lago glaciar en toda su dimensión y tener unas vista panorámicas del valle de Laciana.

Dentro del Espacio Natural del Alto Sil y de Cuatro Valles se encuentra la localidad de Villaseca de Laciana. Una pequeña pedanía de Villablino que forma parte de la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana.

Cerca del pueblo se puede hacer una ruta corta y sencilla hasta el Mirador de la Laguna del Castro. Un enclave natural de alto valor paisajístico y punto de interés geológico. Esta última denominación se debe a que la Laguna de Villaseca de Laciana tiene origen glaciar, ya que está formada por dos morrenas del Cuaternario que sirven de dique natural al lago. Además, el volumen de agua es estable durante todo el año, por tanto, es el refugio ideal para abundantes colonias de aves y anfibios.

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Cómo llegar al mirador de la Laguna del Castro

Nos desplazamos hasta Villaseca de Laciana (León) para luego desviarnos en dirección a la pequeña localidad de Lumajo. Cuando hemos recorrido 1 km aproximadamente, tenemos que girar a la izquierda por una pista forestal, siguiendo las indicaciones hacia la laguna y el mirador. Recorreremos 1.5 km por un camino de tierra que no está en muy buen estado, pero con cuidado, se puede acceder con cualquier vehículo hasta las inmediaciones de la laguna.

Itinerario de la ruta al Mirador de la Laguna del Castro o de Villaseca de Laciana

Aparcamos el coche junto a unos carteles informativos de la Laguna del Castro. Desde el propio camino podemos observar la tranquilidad de las aguas y la ajetreada vida que alberga el lago glaciar. Es un rincón natural muy agradable y con suerte disfrutaréis solos de él, porque no suele recibir muchas visitas.

Para subir al mirador hay que tomar un sendero amplio que parte de la laguna. El camino discurre por un robledal en sentido ascendente, pero sin un gran desnivel, que se va haciendo más estrecho según vamos avanzando. Cuando hemos recorrido apenas 800 m. alcanzamos el mirador paisajístico del Castro. Las vistas desde la atalaya muestran el pueblo de Villaseca de Laciana, el valle y algunas de las cumbres más representativas de la zona como el Muxibén, el Alto de la Cañada o el Miro de Rabón. Pero lo que más llama la atención son los contrastes de colores que tienen los bosques de robledales que cubren las laderas de las montañas.

Podemos hacer un merecido receso en el mirador, disfrutando de las vistas, ya que hay un pequeño merendero con mesas y sillas que deslucen un poco el entorno natural en el que nos encontramos, debido a que es un poco recargado para nuestro gusto. Igual con un área recreativa de madera hubiera bastado. A veces menos, es más.

Solo nos queda desandar el camino y regresar al coche para seguir disfrutando del maravilloso Valle de Laciana. Nuestra próxima parada será la cascada de Lumajo.

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Nosotros elegimos como lugar de residencia Robles de Laciana. Un bonito pueblo de montaña, muy cuidado y con un ambiente familiar. Nos hospedamos en un agradable apartamento de Casa Baz, donde estuvimos como en nuestro propio hogar. Pero a pesar de que Robles de Laciana no es muy grande, tiene mucha oferta de alojamiento rural. Uno que nos llamó la atención fue el Hotel Rural La Bolera donde fuimos a merendar una tarde y tomamos un delicioso chocolate con un postre típico de la zona que hizo las delicias de pequeños y mayores. Esta pequeña posada tiene unas instalaciones modernas y muy cuidas que puede ser una buena opción para para unos días en el valle de Laciana.

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