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CASCADA DEL MOLINO DE LA CHORRERA EN CUENCA: Nacimiento del Río Júcar

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Paraje de la Cascada del Molino de la Chorrera, en la Serranía de Cuenca
Paraje de la Cascada del Molino de La Chorrera, en la Serranía de Cuenca

El Nacimiento del Río Júcar permite disfrutar de una cascada de aguas transparentes y cristalinas parecida a la que podemos ver en el Nacimiento del Río Cuervo

En el norte del Parque Natural de la Serranía de Cuenca encontramos el Nacimiento del Río Júcar. El manantial se ubica en el paraje de Ojuelos de Valdeminguete, y, desde aquí comienza un largo recorrido de 498 km hasta su desembocadura en el Mar Mediterráneo. Pero a escasos kilómetros del manantial, el cauce del río se precipita desde una pared rocosa de relieve cárstico, creando una impresionante cascada. La mayoría de la gente coincide en indicar que el salto de agua del Molino de la Chorrea guarda una gran similitud con el Nacimiento del río Cuervo.

Por tanto, no es de extrañar que el tramo hasta la Cascada del Molino de la Chorrera sea el recorrido más popular de la zona. Ya que, es sin lugar a dudas, más llamativo que el propio Nacimiento del Río Júcar. ¿Por qué decimos esto? Porque el nacimiento en sí, no dice gran cosa, salvo en fechas de abundantes lluvias. Aun así, si os apetece ir hasta la surgencia se puede ir sin dificultad. A continuación, os contamos todos los detalles.

Cómo llegar a la Cascada del Molino de la Chorrera

El sendero es muy sencillo

Tanto para ir hasta la Cascada del Molino de la Chorrera, cómo hasta el propio nacimiento del río Júcar, tenemos que desplazarnos hasta la localidad de Tragacete (Cuenca). Desde aquí, parte una pista asfaltada que pasa junto a la Ermita del Humilladero de San Antonio, y que tras recorrer 1.5 km aproximadamente, nos permite acceder al primer parking habilitado.

Si estacionamos aquí, hay que ascender a pie por la carretera durante 1 km hasta llegar al inicio de la ruta a la cascada. Este trayecto cuenta con carteles informativos de la flora de la zona, lo que lo convierte en una senda botánica. Pero, si no nos apetece caminar, podemos subir con el coche y aparcar en el margen izquierdo de la vía a la altura del inicio de ruta.

Si no hay sitio aquí, existe la posibilidad de continuar un poco más y aparcar en un segundo estacionamiento habilitado a la derecha de la pista asfaltada. Este parking es el que se utiliza para ir con comodidad hasta el mirador superior de la cascada del Molino de la Chorrera.

En el caso de querer ir hasta el Nacimiento del río Júcar, hay que continuar unos 2 km más, para luego desviarse por un camino de tierra hasta el aparcamiento. El recorrido está señalizado y no tiene pérdida.

Itinerario de la Ruta de la Cascada del Molino de la Chorrera (PNSC-S06)

Cascada del Molino de la Chorrera

Plataforma de la Cascada del Molino de La Chorrera

Nosotros comenzamos la ruta en el primer aparcamiento. Por tanto, el primer kilómetro lo realizamos siguiendo el Camino Natural del Río Júcar. Al llegar al inicio de la ruta, hay que desviarse por la izquierda hacia el cauce del río, siguiendo unas pasarelas de madera. Justo en esta zona, hay una pequeña área recreativa donde podemos hacer un receso.

Después, iremos avanzando por el margen izquierdo del río Júcar cómodamente. Sólo encontraremos una bifurcación. Si giramos a la izquierda descenderemos hacia la ribera del río, mientras que, por la derecha, continuaremos nuestro ascenso hacia la cascada.

Al llegar a una explanada, en la que también hay algunas mesas y sillas, ascenderemos por unas escaleras. Esto nos permitirá llegar hasta la plataforma ubicada en la base de la cascada del Molino de la Chorrera. Desde la misma, se puede contemplar en todo su esplendor el salto de agua tobácico que se precipita desde una altura de unos 30 m.

No te pierdas el mirador superior de la cascada

Mirador superior de la cascada

Con el salto de agua aún en la retina, tenemos que desandar el camino hasta la pista asfaltada. En este punto, tenemos dos opciones: dar por finalizad la ruta o ascender hasta el mirador superior.

Si nos decantamos por la segunda opción, tenemos que subir un poco más, superando un edificio, ubicado junto a la carretera. Por encima del mismo, sale un camino de tierra por la derecha, en el que veremos la señalización para ir hasta el mirador.

Tenemos que caminar unos 250 m para llegar hasta la atalaya, pero la verdad, es que, desde aquí, no se ve la cascada. Lo que sí se aprecia correctamente es el paisaje y la orografía de la Serranía de Cuenca. De esta forma, si nos fijamos bien, veremos que, en la vertiente norte, que es más sombría, nacen frondosos bosques de pinos. Mientras que, en las laderas orientadas al sur, donde el sol calienta con mayor intensidad, la vegetación escasea y sólo se aprecian las paredes rocosas y escarpadas de la sierra. Si os gusta lo que veis, podéis reservar una ruta de senderismo por la Serranía de Cuenca para conocer mejor sus paisajes kársticos.

Con estas maravillosas vistas, damos por concluida la visita a este precioso paraje natural de Cuenca que os sorprenderá gratamente. Aunque no es el único tesoro de la zona. Si queréis conocer más en profundidad este enclave hay excursiones desde Cuenca hasta esta cascada, incluyendo la Ciudad Encantada. ¡Otro enclave sorprendente!.

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