El conocimiento de los primeros auxilios en senderismo es muy importante, debido a que, en cualquier momento podemos necesitar de los mismos, aunque solo sea para solventar un pequeño incidente.
Siempre que realizamos cualquier actividad con niños, sea en casa, en el parque o en el campo, estamos expuestos a que surja cualquier imprevisto en forma de caída o accidente. En la gran mayoría de los casos estos percances serán sin ninguna importancia, pero en alguna ocasión serán un poquito más serios.
Cuando salimos de excursión o ruta con ellos nos encontramos en la misma situación (no hay más riesgo, ni es más peligroso, pero los niños son niños), puede pasar algún imprevisto y debemos saber cómo actuar ante ellos.
Nosotros no somos profesionales del mundo de la salud, como una mayoría de los que acompaña a sus hijos en sus aventuras campestres, pero eso no nos exime de tener ciertos conocimientos básicos sobre cómo actuar ante un posible problema de salud de cualquiera de los que forman el grupo.
Nuestro consejo es que te formes en un cursillo de primeros auxilios (se pueden encontrar de modo gratuito por multitud de vías). En este cursillo te darán nociones mucho más amplias y precisas que este artículo, y en él, sobre todo, realizarás ejercicios prácticos de algunas maniobras que solo nombraremos y describiremos brevemente, por ir más allá de lo que se puede aprender leyendo algo.
Primeros auxilios en senderismo
Cómo actuar
El primer mandamiento es la prevención, debemos estar atentos antes de que pase algo. Esto no evitará que no nos pase nunca, pero si en muchísimas ocasiones. No se trata de ser un obseso con los niños y no dejarles jugar, pero sí de velar por su seguridad… Si les protegemos del sol, les hidratamos y evitamos hacer ejercicio en horas de máximo calor es difícil que sufran una insolación… Si no les dejamos trepar en sitios en los que una caída podría ser peligrosa nos evitaremos una posible fractura (les indicaremos otros sitios para que trepen más seguros y les explicaremos porqué lo hacemos) …
El segundo mandamiento es actuar sólo lo imprescindible dejando para los especialistas lo complicado. Lo que nosotros vamos a realizar es una primera cura, una medida de emergencia, una solución de fortuna hasta que si es necesario lo vea una persona cualificada. No conviene aventurarse a hacer “curas” que podrían empeorar el estado de un accidentado, actuaremos sólo en lo que conozcamos y mejore el bienestar de la persona sin poner en ningún riesgo su integridad (nada de intentar reducir dislocaciones “en caliente”, recolocar fracturas o aplicar remedios de la abuela sobre quemaduras…)
Cómo lo hacemos
Tan importante como el qué hacemos ante un percance es el cómo lo hacemos. En la mayoría de los casos los posibles accidentes serán de poca importancia y si nos ven actuar con diligencia, seguridad y tranquilidad conseguiremos que la situación mejore de forma espectacular. Debemos tranquilizar al accidentado, distraerlo, comentarle que todo va a ir bien, aclarar qué vamos a hacer y cómo va a mejorar… (aunque alguna vez te pueda tocar hacer de tripas corazón y “engañar” al que estás acompañando a sabiendas de que tiene algo serio)
Con los niños es aún más cierto el párrafo anterior. La psicología de los padres, unida al cariño y la ternura, curará en la mayoría de los casos esas rozaduras o pinchazos. En algunas ocasiones funciona el “efecto placebo” si lo que tenemos delante es una llamada de atención (si esa supuesta llamada persiste tras la “cura” podemos sospechar que algo de verdad existe) y creednos que existe el agua milagrosa que tras verterla en un pequeño golpe y recitar el “sana, sana, culito de rana…” deja como nuevo al pequeño.
Reglas del PAS
Proteger, Alertar, Socorrer. PAS. Son las tres principales actuaciones que debemos hacer ante un accidente sea del tipo que sea. Proteger al accidentado y al grupo para evitar que sufran nuevos daños, abandonando la zona de peligro si es que estamos en una (y no ha sufrido una caída que pueda haberle ocasionado daños en cabeza o espalda pues en ese caso nunca moveremos) o lo que le ha causado su incidencia (el sol en una insolación, por ejemplo). Mantendremos al grupo unido y teniendo cuidado de no agobiar al accidentado.
Una vez protegido el accidentado y el grupo debemos valorar rápidamente la posible gravedad de los daños que presenta. Si consideremos necesario llamar a los servicios de emergencia lo haremos al 112 identificándonos en primer lugar, contando con claridad qué ha pasado y dónde nos encontramos. Dejaremos nuestro número pues volverán a llamarnos. En ocasiones habrá que desplazarse a buscar cobertura para poder avisar (en estas ocasiones los walkies de juguete de los niños pueden ser para algo más que jugar).
Si ya hemos alertado a los servicios de emergencia o hemos valorado que no es necesario, toca socorrer al accidentado. Con seguridad, tranquilidad, infundiendo confianza y no perdiendo de vista su estado en todo momento. Nunca se debe dejar solo a un accidentado.
El botiquín de primeros auxilios en senderismo
Debemos llevar un pequeño mini botiquín que contenga todo lo necesario para una primera actuación ante un percance. Creemos que debe estar compuesto por:
- Tiritas de distintos tamaños (alguna infantil)
- Esparadrapo de tela
- Gasas estériles (no algodón)
- Vendas
- Guantes de látex
- Desinfectante como por ejemplo agua oxigenada o betadine (no en niños menores de tres años o alérgicos al yodo)
- Pequeñas tijeras
- Pinzas
Botiquín primeros auxilios - Paracetamol e ibuprofeno (nunca aspirina en niños)
- Pomada para golpes
- Manta térmica
- Un teléfono móvil (sí, sí, reservado con batería plena para usar en caso de emergencia)
- Aquello que se sepa necesario (ej. Antihistamínicos si hay alérgicos)
En esta entrada hemos indicado los pasos a seguir y cómo actuar ante un accidente en la montaña e incluso en casa. Así como, los utensilios y medicamentos indispensables que debe contener un pequeño botiquín. En el próximo post os hablaremos de qué hacer ante un percance o accidente que nos pueda sorprender en la montaña y que puede necesitar o no asistencia sanitaria.
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