En el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar podemos realizar una bonita ruta llamada de Las Calas Mágicas que discurre entre las playas de Genoveses y Mónsul. Durante el recorrido iremos por los acantilados apreciando la gran belleza del entorno y parando en hermosas calas con aguas cristalinas, en las que no importará que no llevemos ropa de baño.
El Parque Natural de Cabo de Gata -Níjar es una fuente inagotable de playas, calas, aguas cristalinas, formaciones volcánicas… Pero si queréis recorrer calas semi-desiertas, solitarias y nudistas para disfrutar de la paz y tranquilidad que ofrece la naturaleza y el mar esta es vuestra ruta.
El recorrido de las Calas Mágicas entre las playas de Genoveses y Mónsul es la excursión más exigente de las que realizamos en el Cabo de Gata. Pero os diremos que es la más espectacular de todas ellas.
Dónde iniciar la ruta de las Calas Mágicas de Genoveses a Mónsul
La ruta comienza en la población de San José, donde se encuentra la playa de los Genoveses. Para ir a dicha playa podemos hacerlo a pie o en coche.
Si elegimos la primera opción, partimos andando desde la parte sureste de la localidad. Primero por calles y pistas hasta las cercanías de un molino. Y, desde allí, por un sendero hasta la playa de Genoveses. Esto nos evitará pagar el parking de dicha cala, pues es de pago en los meses de máxima afluencia (Precio del aparcamiento: 6 € – año 2024). Aunque, alargará la ruta en dos kilómetros.
En nuestro caso, con los niños de 3 y 5 años. Hemos optado por acercarnos en coche a la playa de Genoveses. Accediendo por pista en buen estado hasta su parking. Y, desde aquí, por sendero llegamos en un momento a la cala o playa de Genoveses.
Itinerario de la ruta de las Calas Mágicas
La cala de Genoveses es muy grande. Tiene más de un kilómetro de longitud y presenta formaciones dunares, multitud de conchas, arena, zonas para correr… Así que armaos de paciencia pues los niños no querrán salir de aquí… Nos costó Dios y ayuda convencer a los nuestros, con la promesa de playas mejores en la ruta, para iniciar el camino.
A la derecha de la playa vemos una formación rocosa. Una montaña llamada el Morrón de Genoveses. Por el collado situado entre ella y la zona montañosa que cierra la playa por el sur, debemos pasar.
La ruta va a estar balizada con señales blancas y azules. Aunque, os advertimos que no van a ser muy abundantes.
Tras ascender por un camino al colladito, a la derecha del morrón, vemos a nuestros pies la cala de los Amarillos. Continuamos avanzando en subida por el camino que ofrece muy buenas vistas. Y al mismo tiempo, iremos dejando a nuestra espalda la playa de Genoveses y sus acantilados.
En breve llegamos a un cruce en lo alto de otro pequeño colladito. A la derecha, por el interior, el camino volverá a conducirnos a las siguientes calas. El camino de la izquierda va por la costa sobre los acantilados.
En nuestro caso, un adulto fue a comprobar el camino mientras los niños comían algo en el colladito. ¿Por qué os decimos esto? Porque el camino tiene piedra suelta y va por encima de posibles caídas que tendréis que valorar si podéis pasar o no. Nosotros pasamos sin mucha dificultad por la izquierda. Con mucho cuidado y paso firme. El primer tramo es el más delicado. Luego la senda mejora un poco y se va girando hacia la cala del Príncipe a la que descendemos con precaución. De todas formas, cómo os indicábamos se puede ir por la senda de la derecha que está menos expuesta.
Tras descansar, jugar, bañarse y demás asuntos que entretuvieron a los peques, tomamos una senda que parte de la playa del Príncipe. Este sendero asciende con bastante pendiente y sin trazo muy definido a un pequeño collado, en el que veremos algunas formaciones de basalto.
Desde aquí, existen varias bajadas y hay que buscar la mejor, para a través de primero rocas (algunas sueltas y firme que exige prestar atención) y después una zona con dunas, bajar a cala Grande.
Allí será obligada una nueva parada para disfrutar de la soledad y la belleza de este paraje…. jugar, coger conchas, buscar piedras redondas…
A partir de aquí en función de la marea, podréis pasar mejor o peor a las calas siguientes, pues el recorrido va pegado al mar. En nuestro caso, tras estar un rato en la cala Grande, pudimos pasar por la arena. Eso sí, saltando algunas piedras por la base de los acantilados, pero llegamos sin mucha dificultad hasta la cala del Barranco.
El paso a la siguiente cala ya nos exigió mojarnos los pies a los adultos, pues el oleaje cubría algunas de las rocas que dan acceso a la playa o cala del Lance del Perro. Aun así, la playa es maravillosa y tiene unas caprichosas formaciones de basalto que le dan un aire singular y pintoresco. Es la cala que más nos gustó.
Con marea baja se puede continuar por encima de una colada de basalto que cierra por la derecha esta playa. Pero en nuestro caso, con la marea casi arriba, nos tocó pasar por el interior. Veréis el camino claro que sube y se divide en dos. El de la izquierda va por encima de los acantilados pegado a la costa y el de la derecha sube un poco más arriba y va algo más separado de la costa. En este caso, tras inspeccionar la zona decidimos que era muy arriesgado pasar con los niños por la zona de la costa (Hay un solo paso complicado, pero es con caída. No obstante, esto cambia año a año). Por el interior el camino está bien trazado y no se separa mucho de los acantilados. Fue el que elegimos.
La bajada a la playa del Barronal se hace por buen camino al principio. Aunque en la parte final tiene bastante pendiente en zonas con formaciones volcánicas y dunas.
Se puede uno acercar a ver los acantilados y las impresionantes formaciones basálticas por las que viene el camino de la costa.
Está playa es más amplia que las anteriores y con mejor acceso por lo que encontraremos más gente. Nosotros aprovechamos aquí para descansar y comer.
Tras recuperar fuerzas emprendemos la marcha por un sendero que parte pegado a la línea de costa por encima de los acantilados.
Tras una subida y bajada a la cercanía de una pequeña cala, a la que no bajamos, volvemos a subir. Ya tendremos ante nosotros la cala de Mónsul. Hay varias posibilidades de bajada. Todas, de más o menos igual dificultad. Unas conducen a la arena y otras llevan hacia el interior buscando el parking.
En la playa de Mónsul veremos una formación rocosa llamada La Peineta que es característica de ella. Al igual que la playa anterior, la del Barronal, la playa de Mónsul tiene acceso rodado hasta las cercanías por lo que encontraremos más gente.
La vuelta se puede realizar por el interior siguiendo la pista de acceso a las playas. Nuestra recomendación es que mientras los niños juegan y descansan en esta última playa, un adulto recorra los 3 kilómetros que por el interior nos separan de donde tenemos el coche en la playa de los Genoveses.
Si no tenéis tiempo para hacer esta preciosa ruta de senderismo, siempre podéis reservar un Tour por las playas de Mónsul y de los Genoveses en 4*4.
Descargar track en Wikiloc de la ruta «Senda de las Calas Mágicas» |
Dónde alojarse en Cabo de Gata – Planifica tu viaje
|
Qué ver cerca de la Playa de Genoveses
- Descubriendo el Cabo de Gata: los mejores pueblos, playas, calas y miradores
- Cala de San Pedro con niños
- Ruta de la Playa de los Escullos a la Isleta del Moro
Vídeo Calas mágicas de Genoveses a Mónsul
Galería de fotos Calas mágicas de Genoveses a Mónsul
que chulada
Sí, es una zona espectacular, que es posible disfrutar en todas las épocas del año