La Ruta de la Piedra y el Agua es una de las rutas de senderismo más conocidas de las Rías Baixas. La abundante vegetación que rodea al arroyo de Armenteira y los molinos de agua crean un paisaje de gran belleza.
La Ruta de la Piedra y el Agua sigue el trazado del antiguo camino que seguían los fieles el Lunes de Pascua para dirigirse al Monasterio de A Armenteira. Un sendero, en el que como su nombre indica, está muy presente el agua y la piedra de los molinos. Pero también hay que resaltar su alto valor etnológico, y una exuberante y llamativa vegetación que hace la excursión muy agradable.
Dónde comenzar la Ruta de la Piedra y el Agua
La ruta oficial comienza en la parroquia de Barrantes, perteneciente al concello de Ribamunia. Para facilitar el acceso a la senda, se ha habilitado un amplio aparcamiento junto a la rotonda de Barrantes, en las inmediaciones de la oficina de turismo.
Pero si lo deseáis también podéis dirigiros al parking Aldea Labrega e Ruta da Pedra e da Auga, ubicado en el término de Meis. Así, se acorta la ruta en 1.5 km aproximadamente, pero nos perderemos los seis molinos restaurados de Barrantes.
Otra opción, es iniciar la excursión en el Monasterio de A Armenteira. Nosotros recomendamos arrancar desde aquí si se va a realizar el recorrido con niños. ¿Por qué esta sugerencia? Porque la ruta no comienza y finaliza en el mismo punto, sino que es una travesía. Por tanto, hay que contar con dos vehículos para evitar tener que desandar el camino. Además, al elegir el templo como punto de inicio, nos garantizamos que el desnivel de la ruta es siempre a nuestro favor. Esto es un gran beneficio porque permite que los niños puedan realizar todo el recorrido correctamente, incluida la primera parte que tiene un terreno un poco abrupto.
Nosotros vamos a detallar el recorrido completo y en sentido descendente desde Armenteira hasta Barrantes para que cada uno decida el tramo que desea hacer.
Itinerario de la ruta
Tramo 1: Monasterio de A Armenteira – Aldea Labrega
Vista al Monasterio de A Armenteira
Como ya hemos indicado es la parte de la excursión más difícil porque el terreno es escalonado y con mucha piedra. Pero con cuidado y sin prisa se puede realizar perfectamente. Además, es la parte más bonita y la que muestra la naturaleza más auténtica.
Una vez estacionado el vehículo en las inmediaciones del Monasterio de A Armenteira, realizamos una visita al templo. Se trata de un edificio religioso de arquitectura cisterciense del s. XII. Se puede visitar de forma gratuita el claustro y la capilla, siempre y cuando, no se esté celebrando el oficio religioso.
Comienzo de la ruta de la Piedra y el Agua
A la salida del monasterio, veremos los carteles de comienzo de la ruta. En un principio el camino es amplio y va paralelo al arroyo da Armenteira. Sólo unos metros más adelante, tenemos que cruzar una carretera para continuar con el recorrido.
Tras salvar un puente de madera, llegamos uno de los puntos más bonitos de la ruta. Un rincón natural donde el agua, la vegetación y los molinos de agua se unen para formar una estampa en la que parece que se ha detenido el tiempo.
No debemos cruzar el puente que hay a nuestra izquierda, sino que continuamos recto por el margen derecho del arroyo. —El ramal de la izquierda lo utilizan como recorrido BTT y es menos espectacular que la senda de la derecha—.
El sendero es muy agradable y va descendiendo poco a poco, entre puentes y escalones de piedra, para ir descubriendo numerosos molinos de agua. El paraje es sombrío y húmedo, lo que le da un mayor protagonismo a la piedra, siempre cubierta de un atractivo musgo de color verde. Todo esto acompañado del agua, que va formando pequeños saltos y cascadas, y que nos acompañan con su murmullo en todo momento.
Sin darnos cuenta, alcanzaremos una pista asfaltada. A partir de este punto, el terreno es mucho más benigno y el sendero se convierte en una pista amplia y sencilla. A la altura de un puente de madera nos adentraremos en el paraje de Aldea Labrega.
Tramo 2: Aldea Labrega – Aparcamiento Aldea Labrega e Ruta da Pedra e da Auga
Una vez cruzada la pasarela, hay que ir atentos para no saltarse el desvío por la izquierda hacia la Aldea Labrega. Se trata de la representación de un poblado, tallado en granito, de la vida rural gallega a principios del s. XX, en la que no falta de nada. Cuenta con réplicas de elementos tan destacados como la iglesia, la fuente, un hórreo, el pozo de agua, los campesinos y los animales domésticos.
Unos pasos más abajo, en la ladera del monte Cabeza de Boi, se encuentra el área recreativa. Es el lugar ideal para hacer un receso y reponer fuerzas. Aquí, los niños pueden jugar sin peligro tanto en el parque infantil como correteando por la pradera. Además, se pueden ver los Muiños de Meis, unas preciosas casas típicas gallegas.
Una vez que hemos descansado, continuamos por el camino hasta llegar al aparcamiento. Por el camino seguiremos viendo molinos de agua que llamarán la atención de los más pequeños.
Tramo 3: Aparcamiento – Barrantes
Una vez superado el parking, la ruta sigue siendo muy sencilla. Llegaremos a una carretera en la que hay que cruzar con cuidado por el paso de peatones para proseguir de frente a través de un viñedo.
Es necesario atravesar de nuevo la vía asfaltada en dos ocasiones, antes de alcanzar el paseo fluvial que nos llevará hasta Barrantes.
Una vez en la ribera del arroyo de Armenteira, el camino es cómodo y sencillo. Sólo hay que cruzar una vez el cauce de agua por unos pontones de piedra, pero no tiene mayor dificultad.
Tras rebasar de nuevo la carretera, sólo nos queda acometer la última parte de la ruta. En este tramo vamos a encontrar varios molinos con pequeñas áreas recreativas para hacer algún que otro descanso.
En el último molino se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Cuando nosotros estuvimos estaba cerrado, suponemos que por la alerta sanitaria de Covid.
Ya solo tenemos que dirigirnos hacia el aparcamiento de Barrantes. Aquí tendremos nuestro coche, salvo que solo dispongamos de un vehículo, en cuyo caso, tendríamos que desandar el camino.
Dónde alojarse en Barrantes – Planifica tu viaje
Si nunca habéis pernoctado en un monasterio y la experiencia os atrae, esta es vuestra oportunidad. Podéis reservar una habitación para pasar unos días de recogimiento en la Hospedería del Monasterio de A Armenteira.
Pero si pensáis que este tipo de hospedajes no es apropiado para ir con niños de corta edad, podéis encontrar otros alojamientos en los siguientes enlaces.
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Galería de fotos de la Ruta de la Piedra y el Agua
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