En el corazón de la Sierra de la Estrella, cerca de Manteigas (Portugal), hay una hermosa ruta de senderismo que nos permitirá disfrutar de la cascada del Pozo del Infierno y de la ribera del Leandres.
La Sierra de la Estrella en Portugal es un agradable descubrimiento para quien se acerca a conocerla. A menos de dos horas de nuestro país y con accesos relativamente cómodos. Es uno de los sitios que cuando los conoces sabes que volverás a disfrutarlos nuevamente.
El Parque Natural de la Sierra de la Estrella tiene una extensión de más de 100.000 hectáreas. Es el primer espacio protegido de Portugal. Aunque en algunas zonas recuerda su orografía a zonas próximas del sistema central como Las Hurdes o la sierra de Gata. Mientras que en otras, presenta un modelado alpino con lagunas y valles glaciares que podrían evocar a Gredos o Guadarrama.
Es un paisaje que ha sido en algunas partes castigado por incendios, los cuales han dejado una terrible secuela que tardará años en ser recuperada. A nivel humano, en su interior encontramos pueblos con un tremendo encanto, las llamadas aldeas históricas que bien merecen por sí solos una visita.
Hoy vamos a acercarnos al municipio de Manteigas, que puede decirse que se encuentra en el corazón de la Sierra de la Estrella. Su lema es “valle por naturaleza” y de este municipio parten multitud de rutas y senderos (trilhos en portugués).
En esta página la página oficial de Turismo Manteigas podrás encontrar información sobre todas estas rutas. Es un bonito pueblo blanco, como casi todos en la sierra, con calles empedradas y arquitectura tradicional en algunas zonas… en otras el turismo lo ha convertido en una zona vacacional.
Vamos a realizar la Ruta del Pozo del Infierno, que puede realizarse unida a la del jabalí desde Manteigas, pero sería demasiado dura para realizarla con niños.
Cómo llegar al Pozo del Infierno
Para llegar al inicio de la ruta debemos salir de Manteigas dirección sur por la N338 hacia Torre (punto más alto de Portugal continental) y Covilha.
Cruzaremos un puente sobre el río Zezere. Comenzaremos a ascender en zigzag entre casas primero y luego ya entre árboles. Cuando llevamos tres curvas y justo en frente de un cartel azul con los pueblos de la Sierra de la Estrella, sale como si fuera un nuevo zigzag a la izquierda la pista asfaltada que debemos tomar. Se ve mucho mejor el desvío al bajar que al subir, pues los carteles nos quedan a la izquierda y atrás. Debes ir atento para no pasarte.
La pista asciende entre árboles y brinda buenas vistas de Manteigas desde lo alto. Está señalizado un único cruce que hay para acceder al Poço do Inferno.
En esta pista pasaremos por un mirador llamado “del corazón de la Sierra de la Estrella” en el que puede ser interesante parar para ver el valle de Zezere.
Llegaremos a un aparcamiento habilitado donde hay carteles informativos y que dan comienzo al sendero hacia el Poço do Inferno.
Itineraro de la Ruta
El sendero, aunque corto, de unos 3 kilómetros es exigente para los más pequeños. Esto es debido a que el terreno está formado por rocas corneanas que provocan valles estrechos y de laderas empinadas, con zonas abruptas y escarpes, que obligan a ir con precaución.
El camino comienza desde el aparcamiento prácticamente llano por encima de la carretera y poco a poco va cogiendo algo de elevación. Ya comprobaremos que debemos ir con cuidado con los pequeños desde el inicio, pues pueden sufrir una caída desde el sendero de varios metros.
Giramos a la derecha y comenzamos a elevarnos por terreno escalonado. Llegamos a un cruce de senderos con indicaciones de Manteigas a la derecha (por la ruta del jabalí) y Pozo del Infierno a la izquierda.
Ascendemos haciendo zigzag entre rocas (abandonamos un camino a la izquierda que no conduce a ninguna parte) que exigirán casi trepar a los niños si son pequeños.
Llegamos a un alto desde donde veremos la ribera del Leandres con varias cascadas en un paisaje de cuento. Continuamos ascendiendo levemente y flanqueando una zona rocosa. Este tramo no exige nada más que un poco de atención para los adultos. Pero que os obligará a extremar precauciones con los peques, pues hay caídas y el paso es aéreo.
Descendemos ahora por terreno escalonado de nuevo. Buscando el mejor paso y haciendo pequeños zigzags hasta llegar a un puente sobre la ribera junto a dos cascadas. Estamos en el llamado “espejo de agua”, se denomina así, por el remanso que hay bajo el segundo salto. Un buen lugar para detenerse y disfrutar.
A partir de aquí el terreno es menos expuesto para los más pequeños. Aunque sigue siendo escalonado. En un primer tramo realizaremos la subida por una pedrera. Estamos ya en una zona de rica vegetación. En la ruta vamos a encontrar abedules, encinas, plátanos, hayas, pinos, abetos y algún tejo…. Un paisaje ideal para que los peques descubran los tipos de árboles que se encuentran.
La subida finaliza en una zona rocosa en la que atravesamos como una especie de puerta desde donde vemos todo el valle de la ribera de Leandres. Desde este punto, tras pasar lateralmente otro resalte rocoso. Nos introducimos en ligero descenso en un bosque en el que veremos algunos arroyos que lo cruzan y algún pequeño salto de agua.
Estaremos en primer lugar en una zona de pinos y abetos. Circularemos por las terrazas que el hombre ha construido para aprovechar este abrupto terreno. El camino que llevamos es cada vez más cómodo. Alcanzaremos una zona ya con árboles de hoja caduca y de donde sale una pista en la que veremos de nuevo indicaciones. Giramos a la izquierda para salir a la carretera asfaltada, que debemos recorrer durante un kilómetro aproximadamente.
Llegaremos a un mirador con una escalera. Desde aquí, oiremos el fragor de las cascadas que se precipitan a nuestros pies valle abajo. Si las hojas están caídas, podremos ver algunas de ellas entre las ramas. Si no, nos tendremos que conformar con este sonido que nos anuncia la espectacularidad del lugar que vamos a contemplar.
Unos 50 metros más allá y en una curva de la carretera veremos la cascada que da nombre a la ruta. El Pozo del Infierno es un salto de unos 10 metros de altura que cae sobre una poza circular de aguas verdes.
Existe un acceso con escaleras y barandillas por encima de las rocas para llegar a la poza y ver la cascada de cerca. Es un lugar para permanecer un tiempo contemplando el salto de agua rodeado de este paisaje abrupto de laderas y picachos empinados.
Al otro lado de la carretera que actúa como puente por donde pasa la ribera de Leandres. Hay mesas de merendero y unas escaleras que permiten bajar a otro mirador. Si se baja, a la altura del río, hay otra cascada de unos 6 metros de altura. Estamos a unos cincuenta metros del aparcamiento donde hemos iniciado la ruta.
Descargar track en Wikiloc de la ruta «Pozo del Infierno» |
En definitiva, es una ruta corta, pero intensa en sensaciones, vistas, esfuerzo y emociones. Muy recomendable para todos. Pero, hay que realizarla con mucho cuidado con niños pequeños. Especialmente, si no están acostumbrados a caminar por terreno de montaña.
Qué ver cerca del Pozo del Infierno
Dónde alojarse en Manteigas – Planifica tu viaje a la Sierra de la Estrella
|