La especial orografía de la comunidad de Castilla y León, formada por una gran meseta y un cordón montañoso, la hace ideal para hacer rutas de senderismo en otoño. Una amplia red de Espacios Naturales nos va a permitir disfrutar de extensos bosques, agradables riberas, sorprendentes lagos de montaña o coronar cumbres con panorámicas inimaginables.
En el siguiente recorrido, vamos a detallar algunas rutas de senderismo en otoño que son imprescindibles en Castilla y León. Hay muchas más, por supuesto, el territorio castellano leonés es excelso y alberga muchos rincones increíbles.
¿Planificando una escapada? En nuestra guía de senderismo “Excursiones con niños por Castilla y León”, encontrarás 40 rutas por enclaves sorprendentes.
|
Rutas de senderismo por Castilla y León en otoño con niños
1. CASTAÑAR DEL TIEMBLO
Este precioso bosque abulense, se ubica en la Reserva Natural del Valle de Iruelas. Una agradable senda por el nacimiento de la Garganta de la Yedra nos va a permitir pasear entre vetustos y elegantes castaños.
La castaña ha sido el medio de sustento de los habitantes del Tiemblo durante generaciones. En la actualidad es fuente de alimento para la fauna de la Reserva Natural.
2. CASCADA DE LAS PISAS
La cascada burgalesa de Las Pisas, en el Valle de Valdebezana, dentro del paraje de Las Merindades, es un salto de agua sorprendente. Sus aguas se deslizan por una estrecha garganta que se abre hacia el valle, creando un rincón natural de especial belleza.
El sendero que parte de la pintoresca villa de Villabascones de Bezana, discurre por un sombrío y hermoso hayedo, junto a la ribera del río Gángara.
A los pies de los Montes Aquilanos encontramos el Valle del Silencio. Un paraje natural utilizado durante siglos por monjes y ermitaños para la meditación y la interioridad espiritual. En la actualidad es una de las rutas de senderismo en otoño más bonitas que se puede hacer en Castilla y León.
Desde el bonito pueblo leonés de Peñalba de Santiago podemos recorrer el mismo camino que seguía el religioso benedictino San Genadio hasta una modesta cueva. Esta cavidad alberga una pequeña capilla, cerca del arroyo del Silencio, rodeada de un impresionante bosque de castaños centenarios.
En la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga se esconde uno de los hayedos más bonitos del territorio nacional. Un pequeño, pero coqueto bosque de hayas, en el que habita Fargus con más de 510 años de antigüedad.
En el mismo espacio natural tenemos el Desfiladero de las Hoces de Villar. Una garganta de paredes inhiestas que se recorren por pasarelas de madera, siguiendo el trazado que recorrían los mineros leoneses de Villar del Puerto hacia las minas de Ciñera de Gordón.
5. TEJEDA DE TOSANDE
El Valle de Tosande es un tranquilo paraje de praderías y bosques de encinares, hayedos y robledales. Al amparo de la cadena montañosa del Parque Natural Montaña Palentina, tenemos la Tejeda de Tosande. Un colonia de tejos centenarios que han sobrevivido al paso del tiempo.
Esta agradable ruta recorre emplazamientos de gran interés como pequeños jardines botánicos, túmulos megalíticos, bosques longevos y sorprendentes miradores.
6. CAMINO DE LAS RAÍCES
Dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia hay varias rutas de senderismo que aúna arte y naturaleza. El Camino de las Raíces, nos traslada a nuestros orígenes, es decir, a nuestras raíces, a través de las esculturas integradas en la naturaleza.
Esta sencilla y agradable ruta se ubica en el conocido pueblo salmantino de La Alberca y discurre por bosques de encinas y robles. Así como, por el humedal de la Laguna de San Marcos, desde donde hay unas panorámicas espléndidas de la Peña de Francia.
7. PESQUERÍAS REALES
El Camino de las Pesquerías Reales discurre por los pinares y robledales de los Montes de Valsaín, declarados por la Unesco Reserva de la Biosfera.
Una ruta sencilla, por la ribera del río Eresme, siguiendo el camino que trazó Carlos III desde el Palacio de la Granja de San Idelfonso hasta este paraje para disfrutar de una de sus aficiones, la pesca.
En pleno corazón del Espacio Natural Protegido de la Sierra de Urbión, discurre el río Ojeda. A su paso por la localidad soriana de Covaleda, deja una sucesión de saltos de agua y cascadas que crean parajes naturales fascinantes.
Las Cascadas de Covaleda es una ruta sencilla por bosques de robles y pinos centenarios, ideal para realizar los días otoñales tras las lluvias.
El Camino de la Granja parte del Monasterio de La Santa Espina y recorre bosques de encinas y quejigos. Vamos a realizar el mismo trayecto que seguían los religiosos del monasterio vallisoletano hasta el caserío rural para llevar a cabo labores agrícolas y ganaderas.
Esta agradable ruta se encuentra dentro de los senderos balizados del Paraje de los Montes Torozos y tiene un gran valor natural, debido a su biodiversidad, así como, un destacable alcance etnológico. Es además, una de las rutas de senderismo en otoño más bonitas que se pueden hacer en la provincia de Valladolid.
El Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras Secundera y de Porto abarca un extenso territorio con senderos balizados por la Casa del Parque. El que mejor permite ver en toda su amplitud la bolsa de agua glaciar del Lago de Sanabria es la Senda de los Monjes.
Un recorrido que une las localidades de San Martín de Castañeda y Ribadelago Viejo por un camino empedrado, rodeado de frondosos bosques. Es, sin duda, una de las mejores rutas otoñales zamoranas.
La Cascada de las Pisas está en el norte de la provincia de Burgos, no es abulense.
Muchas gracias Manuel, ha sido un despiste 🙄, tienes toda la razón, ya ves que luego hablamos de las Merindades… Ahora mismo lo corregimos.