La Ruta de las Cascadas del Río Faro se puede hacer en cualquier época del año. La dificultad del acceso a los saltos de agua va a depender de las condiciones meteorológicas, ya que no están acondicionados. En periodo invernal se puede hacer el recorrido con raquetas de nieve.
El valle de Faro esconde un paisaje armónico de cascadas, saltos de agua, praderas y circos glaciares. Ubicado en la localidad leonesa de Redipuertas, forma parte de la Reserva de la Biosfera de los Argüellos, y es uno de los parajes más bonitos que se pueden visitar en la Montaña Central leonesa.
La ruta de las Cascadas del Río Faro es un recorrido lineal de apenas 3 kms que va de cascada en cascada y que se puede hacer a pie, en bicicleta o con raquetas de nieve.
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Cómo llegar a las Cascadas del Río Faro
Para llevar a cabo esta interesante excursión, tenemos que desplazarnos hasta Redipuertas (León). Hay que aparcar en el propio pueblo. Aunque no hay mucho sitio porque la villa está ubicada en la orilla del río Curueño, buscando un poco se encuentra donde estacionar el coche.
Itinerario de la Ruta de las Cascadas del Río Faro
Cascada El Saltón:
La ruta está señalizada desde el propio pueblo. De hecho, el primer salto de agua, denominado El Saltón, está en los aledaños de la villa. Es una cascada de unos 10 m de altura, y es la más accesible de todas. Se ha construido un área recreativa en la zona denominada Corral del Concejo y una plataforma para asomarse al salto de agua sin peligro.
Cascada de Baubas
Para ver el resto de las cascadas que forma el río Faro con las aguas recogidas de las cumbres glaciares de Pico Huevo, la Quemada y Peñas del Faro hay que continuar por una pisa amplia y bien señalizada con marcas blancas y amarillas.
Dejaremos a la derecha la Iglesia de los Santos Justo y Pastor e iremos ganando altura por el valle con un desnivel desfavorable suave que hace que la ruta sea muy agradable.
Antes de superar una portilla que impide el paso del ganado, hay un desvío a la izquierda hacia la Cascada de Baubas. El acceso no es muy bueno, ya que la senda es estrecha y con mucha piedrecilla suelta que puede provocar alguna caída accidental, pero sin altura.
Si os decantáis por bajar hasta la pequeña cascada, tened en cuenta que se avanzáis unos metros por el margen derecho del río, podréis enlazar más delante de nuevo con la pista forestal. Si no os apetece bajar no pasa nada, podéis ver la cascada desde el camino.
Cascada La Mayaduela
Escasos metros separan el salto de agua de Baubas del de La Mayaduela. En este caso, el acceso es más sencillo y un camino amplio nos lleva hasta una pradera con un monolito. Si nos asomamos a la garganta fluvial, veremos que el río Faro se encajona en este punto y forma la cascada de La Mayaduela.
Para proseguir con la excursión, tenemos que regresar a la pista principal, desandando el camino y continuar ascendiendo.
Cascada La Quemada
Ahora ya empezamos a ver el refugio a los lejos, pero antes hay un desvío por la izquierda hacia el salto se agua de La Quemada. El acceso a esta cascada tampoco es bueno y se realiza por una senda abrupta y con terreno irregular. Pero con un poco de cuidado se puede descender perfectamente.
Reguero Cándano
Un poco después tenemos que salvar el arroyo del Reguero de Cándano. Este es uno de los puntos más bonitos de la ruta, ya que se abren las panorámicas sobre el valle y en el margen izquierdo del camino vemos un precioso salto de agua con el caudal proveniente del deshielo de las cubres del Pico Morala.
Cascada La Fuente
Todavía antes de llegar a la Majá de Tala, hay un nuevo desvío por la izquierda hacia la cascada de La Fuente. Al igual que ocurre con otros saltos de agua, acercase no es fácil. Pero que esto no os desanime, porque los saltos de agua y las cascadas de distintas dimensiones de hilvanan uno detrás de otro y se ven desde el camino sin dificultad.
Majá de Tala
Tras superar un pequeño desnivel alcanzamos La Majá de Tala, una sencilla construcción de piedra que servía de refugio ganadero. La majá está ubicada en una pradera que invita a hacer un receso. Además, en este punto, el río realiza algunos requiebros y en uno de ellos, forma otra preciosa cascada.
La Requejá: Fin de ruta
Tras dejar atrás el refugio de montaña, continuaremos ascendiendo por la pista hasta alcanzar La Requejá, punto en el que se encuentran el valle de El Cándano con el de La Requejada y la Cordillera Cantábrica de fondo. Por si esto fuera poco, veremos otra cascada de dimensiones considerables. Este salto de agua se despeña en uno, dos o tres torrentes de agua diferenciados según lo abundantes que hayan sido las lluvias o lo avanzado que esté el periodo de deshielo.
Desde este punto que marca el final de ruta, sólo queda descender el camino tranquilamente hasta el punto de origen.
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El alojamiento en la Reserva de la Biosfera de Argüellos es variado y de buena calidad. En Lugueros tenéis las Casas de Montaña Alto Curueño. Pequeñas cabañas de piedra rodeadas de naturaleza y que son ideales para ir en familia o con amigos. En la misma localidad tenéis El Cuartel de Lugueros, un coqueto alojamiento rural con restaurante, en el que las habitaciones están adornadas con mucho encanto.
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