La Foz de la Escalada se ubica muy cerca de la localidad asturiana de Taranes. Es la vía de acceso más común para la ascensión al Pico Tiatordos (1.951 m). Y, aunque nosotros en esta ocasión no vamos a subir a esta emblemática cima, si que vamos a dar un paseo por la foz y acercarnos a un par de saltos de agua que se forman en este precioso paraje del Parque Natural de Ponga.
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Cómo llegar a la Foz de la Escalada
Desde el Centro de Interpretación del Parque Natural de Ponga, en San Juan de Beleño, cogemos la carretera AS-261 en dirección a Sellano. A la altura del Puente de Taranes, nos desviaremos por la izquierda por la vía PO-4 durante unos 3 km. Antes de llegar al pueblo de Taranes, en una curva previa al puente que sortea al río Taranes, estacionaremos el vehículo.
Coordenadas exactas del estacionamiento https://goo.gl/maps/ixe561JAhmHpuk827.
Itinerario de la Foz de la Escalada
Área recreativa de Taranes
Una vez aparcado el coche en un espacio habilitado con bancos y mesas, tenemos que cruzar la carretera y seguir la señalización hacia Tiatordos. Ascenderemos paralelos al margen derecho del río Taranes, en el que veremos un par de molinos de agua.
Aunque el camino sigue una pista asfaltada, el ascenso tiene un desnivel pronunciado que no hace cómoda la subida. Además, enseguida abandonaremos este trazado para coger un sendero de montaña señalizado con marcas blancas y amarillas. Pero, este inconveniente, si ve compensado por la belleza del entorno. Ya que, según vamos ganando altura, las panorámicas del pueblo de Taranes, con su posición privilegiada a los pies del Pico Tiatordos y de Peña Taranes y sus amplias praderas, se tornan espectaculares.
Saltos de agua de la Foz de la Escalada
Al ir acercándonos a la Foz de la Escalada, la frondosa vegetación de las estribaciones del hayedo de La Bufona nos rodeará, creando un espacio natural muy agradable, que nos acompañará hasta alcanzar las inhiestas paredes del desfiladero.
No hay que caminar mucho por la Foz para llegar a un puente. Desde esta pasarela, veremos un primer salto de agua, que, aunque no tiene grandes dimensiones, si que tiene una belleza especial por estar enclavado entre paredes calizas verticales en la que no falta algún ave rapaz sobrevolando sus farallones rocosos.
Si continuamos la excursión, tan sólo unos 100-200 m más, veremos que el caudal de agua del río forma otras pequeñas cascadas al ir deslizándose hacia el valle. Llamando la atención, una última cascada en el tramo final, de unos 8 m de altura, que se crea por la fuerza del torrente de agua del río Taranes, al que también vierten sus aguas la regata de Los Bedules.
Nosotros dimos por finalizada la ruta a la altura de este salto de agua, pero se puede continuar el recorrido hacia las majadas de Entregüe o hasta el ya reseñado Pico Tiatordos. En cualquier caso, vayamos hasta donde vayamos, luego sólo quedará desandar el camino hasta el punto de origen.
Este recorrido que os proponemos hoy es muy corto, pero es muy bonito, a pesar de que requiere un cierto esfuerzo físico, ya que hay que salvar un fuerte desnivel y el terreno es claramente de montaña. Aun así, se puede hacer perfectamente con niños de corta edad acostumbrados a caminar por terreno irregular. Seguro que os gustará a todos.
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