Las Médulas representan uno de los parajes más bellos de Castilla y León. Estas antiguas minas de oro a cielo abierto forman un contraste de colores naranjas, marrones, ocres y verdes que no dejan indiferente a nadie.
Hoy os proponemos la visita a una de las zonas más bonitas de León. Es considerada por mucha gente uno de los diez rincones naturales más bellos de España. Se trata de una antigua explotación minera de oro a cielo abierto en el paraje de Las Médulas, declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este galardón es merecido ya que estamos ante uno de los enclaves naturales de Castilla y León más sorprendentes. Además, cuenta con una gran infraestructura por lo que la visita a estas antiguas de oro es muy cómoda. Así que, vamos allá.
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Cuándo ir a Las Médulas
Esta zona del Bierzo, es el lugar ideal para viajar y hacer senderismo con niños en cualquier estación del año. Aun así, la mejor opción para visitar Las Médulas es ir en primavera y en otoño, ya que permite ver la naturaleza en pleno esplendor. En verano, también es una buena elección, pero hace mucho calor, hay pocas sombras y carece de fuentes. El invierno, tampoco hay que descartarlo, porque aunque los colores de la vegetación están más apagados, la belleza del entorno es tal, que el encanto se mantiene es cualquier estación. Por tanto, elijamos la fecha que elijamos para visitar Las Médulas, su entorno será espectacular y le aportará a los más pequeños, más de una sorpresa.
Cómo llegar a Las Médulas
El acceso a Las Médulas se puede realizar desde varios puntos, pero recomendamos la aproximación desde Ponferrada. Bien por la A-6, o bien, por la N-536, hasta Carucedo, en el que hay un desvío hacia Las Médulas.
Una vez en la villa, podremos estacionar en el amplio aparcamiento público gratuito que hay a la entrada del pueblo, pero este se va llenando según van pasando las horas. Por tanto, si no hemos madrugado, también podremos aparcar en una amplia explanada que hay al lado, pero en este caso, no es gratuito hay que abonar entre 4-6 € por vehículo. Para evitar esto, podéis contratar una Excursión a Las Médulas desde Ponferrada con un guía especializado que os va a enseñar todos los rincones de este paraje natural. Y si os alojáis en León, y además, queréis ver Ponferrada, no dudéis en elegir la Excursión Las Médulas y Ponferrada.
Centro de Recepción de visitantes de La Médulas
Ya en la entrada de la villa, y desde el parking público, se puede entrever el maravilloso paraje que estamos a punto de visitar. Pero, para conocer en profundidad la historia y la importancia de este enclave, lo mejor es visitar el Centro de Visitantes de La Médulas, que se encuentra a unos 500 metros, atravesando el pueblo.
Este espacio interactivo, cuenta con un Aula Arqueológica y se puede ver un audiovisual sobre la explotación y el abastecimiento de agua para el desarrollo de los trabajos en la mina. Además, podremos recabar información sobre los itinerarios y hacernos una idea más precisa de la zona, gracias a los paneles informativos con los que cuenta.
Además, tened en cuenta que se pueden hacer visitas guiadas por Las Médulas, aunque nuestra recomendación es reservar con antelación la visita guiada por Las Médulas, porque tiene una gran demanda, pero con la ventaja, de que se puede cancelar hasta 24 h antes. De esta forma, evitaremos colas y esperas innecesarias.
Ruta Senda de las Valiñas
Nosotros elegimos ir por libre y hacer una de las rutas más frecuentadas, la Senda de las Valiñas. La dificultad es baja y permite realizarla con carrito, pero no creemos que esté adaptada para personas con movilidad reducida. Las familias con niños mayores, pueden recorrer esta ruta en bicicleta.
Es una excursión sencilla que discurre por el interior de las Médulas y nos va a adentrar en la explotación minera. De manera que vamos a observar enormes montículos de tierra anaranjada que es lo que queda de la montaña derrumbada. Esta especial orografía se debe a que, para extraer el oro de esta mina romana, utilizaban sistemas de explotación que consistían en la excavación de túneles. Por estos conductos encauzaban torrentes de agua hasta que la montaña se desplomaba, dejando colinas y montículos de arena con el color característico de Las Médulas.
Así, también se crearon varias cuevas, unas más accesibles que otras, pero que pueden ser visitadas. Al realizar la Senda de las Valiñas, veremos las cavernas de «La Cuevona» y «La Encantada». Estas grandes cavidades harán de la ruta una maravillosa aventura para los más pequeños, que se sentirán como pequeños exploradores. Todo ello salpicado por bosques de castaños, que dejarán en nuestro recuerdo, un maravilloso paisaje de contraste entre verdes y anaranjados.
Cómo hemos indicado la Senda de las Valiñas es una excursión muy sencilla que se inicia a la altura del Centro de Visitantes. En este punto hay una señalización vertical que nos permite internarnos en el espacio natural por dos vías. Si queremos hacer el recorrido de ida y vuelta, es más corto ir por el ramal de la izquierda. Pero, si vamos con un carrito de bebé, hay que ir por la derecha, porque está asfaltado.
Nosotros recomendamos realizar el itinerario circular, ya que la dificultad y la longitud de la ruta apenas si varía. En nuestro caso, comenzamos por el «trazado corto», siguiendo una pista amplia, rodeada de castaños, robles y hayas. Sin darnos cuenta, vamos ganado altura hasta alcanzar unos peldaños excavados en la tierra que nos ayudan a acceder a «La Encantada» y a «La Cuevona». Sin abandonar el vallado, llegamos a un cruce de caminos señalizado. Si giramos a la derecha, regresamos al pueblo de Las Médulas, por el mismo camino de la ida (dist: 1.1 km). Mientras que si continuamos de frente, regresaremos por el «trazado largo» (dist: 1.9 km), que nos da la posibilidad, si lo deseamos, de alargar la excursión y ascender al Mirador de Orellán.
La subida al Mirador requiere de un cierto esfuerzo físico, aunque sólo distan 0.9 km, debido a que el desnivel es pronunciado hasta alcanzar la atalaya sobre el paraje de Las Médulas. Si os decidís a realizar esta variante, veréis que el camino es amplio, y en su parte superior, finaliza tras varios zigzags en una pista forestal. Aquí, debemos desviarnos a la izquierda para acercarnos al Mirador de Orellán. Una vez disfrutado de las impresionantes panorámicas, hay que regresar sobre nuestros pasos hasta la bifurcación.
La mayoría de la gente no realiza este tramo porque se puede ir en coche. Pero, tanto si realizamos esta ascensión al Mirador de Orellán, como si no, debemos continuar descendiendo para finalizar la ruta en el pueblo de Las Médulas.
| Descargar track en Wikiloc de la Ruta «Senda de la Valiñas» |
Dónde alojarse en Las Médulas
El propio pueblo de Las Médulas cuenta con numerosos alojamientos donde pernoctar durante nuestra estancia. En los apartamentos rústicos «Rural Médulas» estaréis como en casa, pero con unas vistas impresionantes. Otro hospedaje que os recomendamos son las cabañas rurales Lares. Están muy bien ubicadas, la limpieza es excepcional e incluye un abundante y exquisito desayuno.
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Qué ver cerca de Las Médulas
- Mirador y Galerías de Orellán en Las Médulas
- Visitas virtuales a Espacios Naturales para soñar desde casa
Vídeo
Galería de fotos
[…] Las Médulas es un paraje en el que los contrastes de colores resplandecen como en ninguna parte. Y en otoño aún más, porque se transforma en un lienzo de tonos marrones, amarillos, ocres y verdes que exaltan la belleza de las antiguas minas de oro con sus característicos tintes naranjas. […]
Nos lo apuntamos. Ya sabemos qué rutas hacer el fin de semana que lo visitemos. Esas vistas desde el mirador son preciosas.
Hola Silvia, el paisaje de las médulas no deja indiferente a nadie, en un fin de semana da tiempo a visitarlas con bastante detalle. Seguro que lo pasaréis genial.
Muchas gracias. ¿Se puede hacer en bicicleta?
Buenas tardes Eugenio,
Se puede recorrer Las Médulas en bicicleta. La mejor opción es la ruta perimetral o la que va al Lago Carucero.
La ruta interior de Las Valiñas es aconsejable hacerla en bici a primera hora de la mañana o de la tarde por el volumen de gente que va a pie.
Un saludo.