La Ruta que discurre entre Hoz de Jaca y la Ermita de Santa Elena es sencilla, pero con muchos atractivos. Transitaremos por bosques frondosos de hayas, pinos, bojes y por la ribera del río Gállego. Los más atrevidos, pueden darse un baño en las frescas y cristalinas aguas del río Gállego o ascender al Santuario por la vía ferrata.
El Valle de Tena se ubica en el pirineo aragonés, en la comarca del Alto Gállego. Un enclave natural con numerosas rutas de senderismo, muchas de ellas, aptas para ser realizadas en familia.
La ruta que os proponemos hoy desde Hoz de Jaca a la ermita de Santa Elena es sencilla y de gran belleza. Transcurre en su mayor parte por frondosos bosques y por la ribera del río Gállego, por lo tanto, es ideal para realizarla los días cálidos de verano.
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Dónde iniciar la ruta
El sendero que va de Hoz de Jaca a la Ermita de Santa Elena es lineal. Por tanto, es indiferente elegir uno u otro punto como inicio de ruta.
Nosotros seleccionamos como localización de partida la localidad de Hoz de Jaca (Huesca). Aparcamos en el pueblo y descendimos unos 200 metros por la carretera. En este punto, en una curva cerrada y señalizada comienza el PR-HU 78.
Itinerario de la ruta Hoz de Jaca – Ermita de Santa Elena
Un poste situado a la izquierda de la calzada marca el comienzo. Ascenderemos de forma pronunciada por un sendero hacia el bosque. Unos pasos más adelante, encontramos una bifurcación. Debemos continuar de frente, siguiendo la señalización “ermita-presa”. El hayedo es frondoso e impide ver con claridad el Embalse de Búbal, que vamos dejando a nuestra derecha, pero aprovechando los claros se puede apreciar la belleza del entorno.
El camino va llaneando hasta que giramos bruscamente a la derecha y vamos descendiendo con el embalse como referencia. Apreciaremos que intrépidos aventureros surcan el Búbal deslizándose por una enorme tirolina en busca de emociones fuertes.
Alcanzaremos una pista forestal y pasaremos junto al punto de encuentro de la empresa de turismo activo. Debemos continuar descendiendo hasta coger un desvío a la izquierda, en que se han instalado unos peldaños con travesaños de madera para ayudar en el ascenso. Debemos ir atentos a este desvío porque no está bien señalizado. Un hito de piedra y señales blanca y amarillas nos muestran el camino correcto a seguir. Continuamos por el bosque de hayas y bojes, que es si cabe, más tupido y salvaje que el que hemos dejado atrás.
Descenderemos por un sendero, que, debido a la humedad y la falta de rayos de sol, puede ser susceptible de caídas. En este tramo hay que tener cuidado con los más pequeños y prestarles mayor atención.
Llegaremos a la pared de la presa y bajaremos a la carretera por unas escaleras de hormigón. Pero no vamos a continuar por el asfalto, sino que una señal vertical nos indica que debemos volver a ascender por un sendero hacia la arboleda, que parte a la izquierda.
Observaremos que en un par de tramos hay instalado un cable sobre la pared para hacer la ruta más segura, sobre todo, en invierno con el hielo y la nieve.
De nuevo el camino empieza a descender y llega a un cortante en la roca que corresponde a una antigua cantera en donde se extraía pizarra para los tejados. También veremos algunas hayas de grandes dimensiones que crecen en la umbría y que adquieren formas curiosas y sinuosas. Ya queda poco para alcanzar la ribera del río Gállego. A la altura de un puente tibetano, en el que los niños no deben jugar, hay pozas en las que es posible darse un baño refrescante y hacer un merecido descanso.
Seguiremos nuestro recorrido, cruzando un torrente de agua por un puente de hierro a la altura del Barranco del Espumoso hacia la Ermita de Santa Elena. Nos adentramos en un tramo del sendero en el que hay carteles didácticos sobre la flora, la fauna y la historia de esta zona del Valle de Tena. De hecho, vamos a ver trincheras y edificaciones militares correspondientes a la Guerra Civil Española.
En una bifurcación de caminos, una señalización vertical nos confirma que llevamos el rumbo correcto, y que, incluso si lo deseamos, podemos alargar la ruta e ir hasta Biescas (aprox. 6 km). Nosotros continuamos de frente hasta la Ermita de Santa Elena, en cuyas inmediaciones cruzando un puente de piedra sobre el Gállego hay un aparcamiento.
Para los más aventureros es posible subir hasta el Santuario por una vía ferrata que salva unos 110 m de desnivel. Os dejamos unas fotos de la ascensión que realizamos en otra escapada, pero sin niños. Es el colofón final a una gran ruta en familia.
| Descargar track en Wikiloc de la ruta «Hoz de Jaca – Ermita de Santa Elena» |
Recomendaciones para la ruta
- Se trata de una travesía, por tanto, lo ideal es contar con dos coches. Si no es así, hay que desandar el camino o un miembro de la excursión debe regresar a buscar el vehículo. En Hoz de Jaca se puede hacer tiempo con los niños acercándonos al mirador o en el parque infantil.
- Es aconsejable llevar ropa de baño. Cuando veáis las frescas aguas del Gállego os entraran ganas de bañaros.
- No hay fuentes en el camino y aunque es sombrío es necesario llevar agua, crema solar y calzado adecuado.
Otros puntos de interés
Si la ruta os ha sabido a poco, incluso con la vía ferrata:
- Podéis soltar adrenalina en la tirolina doble más larga de Europa. Y, si os gusta hacer cosas diferentes, se puede descender por la noche.
- O relajaros en la Termas del Balneario de Panticosa.
- También podéis buscar más ideas en Qué ver y qué hacer en el Valle de Tena y en Senderismo con niños en el Alto Gállego.
Dónde alojarse
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Galería de fotos de Hoz de Jaca a Ermita de Santa Elena
